El sector vitivinícola ha tomado nuevos vientos en la provincia. Después de unos años de estancamiento, la puesta en marcha de proyectos como los vinos de Bocoi o la creación de la marca de Indicación Geográfica Protegida (IPG) Vins de la Terra, ha provocado un vuelco en la situación. Sin ir más lejos, y pese a que los últimos datos reflejen una caída del consumo, las dos grandes cooperativas de la provincia, la de Bocoi y la de Les Useres, producirán este año 370.000 botellas. Una cifra a la que se deben sumar los caldos que se venderán a granel.

El gerente de la bodega Les Useres, Vicente Bellés, explica que la aplicación en el 2003 del distintivo de calidad que diferencia a los vinos producidos íntegramente de las uvas de la provincia está consiguiendo "que nuestros viticultors consigan precios justos en el campo". "A largo plazo pretendemos que en el sector haya un relevo generacional", añade.

Y es que, en la actualidad, solo en esta bodega hay 93 productores concentrados en los municipios de Segorbe, Viver, Almedíjar y Les Useres. Una cifra a la que se añaden los 20 viticultores de Bocoi con plantaciones en Cabanes, Benlloch y Vilanova d´Alcolea. Además, como destaca Bellés, la ilusión creciente se detecta en la puesta en marcha de nuevos proyectos. "Se están creando pequeñas bodegas como, por ejemplo, en el término de Canet lo Roig", destaca.

INTERNACIONALIZACIÓN Se trata de unas iniciativas que apuestan por producir "la mayor calidad posible" detalla el enólogo de la cooperativa de Bocoi, Eloy Haya. El objetivo es atraer tanto a los paladares nacionales como a los internacionales. No en vano, un 5% de sus vinos ya se están vendiendo en Mánechester. "Ahora pensamos extendernos por más zonas de Reino Unido y el año que viene estudiamos saltar al mercado de EEUU", afirma.

En el caso de Vins de la Terra, la primera semana de octubre se presentarán en Bélgica junto a otros productos de Castellón. Bellés añade que "en la actualidad, estamos tanteano grandes mercados del vino como son el inglés y el alemán". Además, a nivel provincial, el pasado jueves la Asociación Enológica de Castellón abrió su curso con una cata que se saldó con notable éxito.

Pero mercados a parte, una evidencia de que el sector renace es que cada vez son más las familias que dedican los fines de semana de septiembre y octubre --dependiendo de la variedad-- a vendimiar. Mientras que en Les Useres son 500 las personas movilizadas, unas 100 ocupan su tiempo en reolectar el fruto que se convertirá en el vino de Bocoi. Unos caldos que, este año, los enólogos apuntan que destacarán por su alta calidad.