El Ayuntamiento de Castellón está llevando a cabo en el último mes un aumento de la vigilancia de quienes se dedican a vender coches de segunda mano en el tramo de la avenida Valencia comprendido entre la ronda Sur y la calle Músico Pascual Asencio, "donde se han detectado alrededor de 150 vehículos y se han impuesto más de 50 sanciones", según informó a Mediterráneo el alcalde accidental de la capital, Joaquín Torres.

Ese control obedece a las quejas expuestas por los vecinos del barrio, que ven cómo esa zona residencial se está convirtiendo en un peregrinar diario y a todas horas de interesados en la compra de coches usados, la mayoría de origen rumano; donde se ha llegado a robar un vehículo de uno de los garajes privados; y donde es frecuente ver cristales rotos en ese tramo del vial como consecuencia de intentos de robo de los vehículos expuestos.

Joaquín Torres, como concejal de Seguridad Ciudadana, explicó que la vigilancia consiste en ver si esos turismos, en cuyo interior los carteles informan del precio de venta y el móvil de contacto, están aparcados en el mismo sitio durante más de tres días. "Si es así, los agentes de la Policía Local les dejan una nota en la que se les informa de que si no quitan los vehículos serán sancionados con una multa de 60 euros y se retirará el turismo".

Torres explica que la ordenanza que regula el estacionamiento de vehículos en la vía pública solo determina el número de días que un auto puede estar aparcado sin moverse de ese sitio, "ya que la venta de coches en plena calle no está prohibida".