El presidente de la Asociación de Talleres Reparadores de Automóviles (Astrauto), Martirián Martín, mostró ayer a Mediterráneo su satisfacción ante la decisión del Ayuntamiento de Castellón de iniciar la modificación de la ordenanza de movilidad, de cara a que se prohíba la venta de coches usados en las calles a partir del año 2008.

Martín destacó que desde hace "tres años" la asociación que preside lleva reclamando al Ayuntamiento que prohíba la venta de vehículos en la vía pública, "por ser una competencia desleal y un fraude, ya que quienes realizan esa práctica no pagan impuestos y encima no ofrecen garantías al comprador. En ciudades como Madrid, Barcelona y Burgos, esa práctica está prohibida", comentó.

"Esa modalidad al sector nos hace daño por la mala imagen que da a la venta de los vehículos de ocasión", añadió.

En su opinión, el Ayuntamiento, hasta ahora, no ha ejercido una presión para evitar, al menos, que el vehículo en venta esté tres días sin moverse del aparcamiento y ha demorado la tramitación de la modificación de la ordenanza de movilidad.

EL SECTOR NO SE RESIENTE El presidente de Astrauto aseguró que el sector de los talleres de reparación no se ha resentido por ese tipo de competencia desleal. "De hecho, por cada automóvil nuevo se vende uno de segunda mano. Es Castellón, la cifra anual ronda los 18.000 coches en ambas modalidades".

Martín insistió en que lo único que nos preocupa es que las personas que se dedican a vender coches de segunda mano lo hagan como el resto de empresas, en un establecimiento y pagando los impuestos como los demás ciudadanos".

Preguntado si ve factible la propuesta de que el Ayuntamiento negocie con Astrauto la posibilidad de habilitar un solar donde las diferentes empresas puedan exponer los coches usados para su venta, Martirian Martín, apostilló que "se puede estudiar, porque creo que es más positivo que negativo".