Kamel Salhi abandonó Vila-real, según apuntan algunas fuentes, justo antes de que fuera desarticulada la célula islamista, por lo que especulan si pudo recibir algún tipo de aviso previo que le permitió salir indemne. Aunque fuentes policiales aseguraban que "no hay chivatazo posible". Oficialmente, a todos sus conocidos Salhi les había dicho que se marchaba de viaje a Argelia por espacio de un mes.

En la operación, denominada Submarino, sí fueron detenidos los otros dos presuntos cabecillas de la célula: Mohamed Bouacha, a quien el auto del juez Garzón vincula con el terrorismo del GIA y de Al Qaeda; y Mohamed Souci, de quien se sospecha que pudo realizar labor de captación de voluntarios en la mezquita de Al Sunna Vila-real y en la carnicería. Ambos se encuentran ahora mismo en prisión.