La cuenta atrás ya ha comenzado. Ximo Puig y Jorge Alarte pugnarán este fin de semana por ocupar el cargo de secretario general del PSPV-PSOE. Eso sí, con permiso de Francesc Romeu, quien no ha desvelado si tiene o no los avales suficientes para optar a la secretaría. Si al final no es así, será pieza fundamental y muchos --o casi todos-- lo sitúan más cerca del alcalde de Morella que del de Alaquàs.

El futuro del PSPV-PSOE pasa por este congreso, uno de los más abiertos de sus 30 años de historia. Y todo indica que, en la línea habitual de la federación socialista valenciana, no va a ser un encuentro de integración, como pretendía Ferraz, y en un escenario a dos (Puig y Alarte) solo hay una posibilidad: votar una candidatura u otra. De ser así, la cita se cerraría en falso, puesto que el ganador no contaría, a priori, con un porcentaje de votos superior al 60%, con lo un buen porcentaje de militantes quedaría sin representación en la nueva ejecutiva si el nuevo secretario general no decide integrar a ambas partes.

LAS CLAVES Una de las claves es conocer a quién darán sus avales y sus votos las personas que apoyan a Romeu en caso de que este no opte a la candidatura. El valenciano tiene más afinidad (tanto ideológica como personal) con Puig que con Alarte, aunque eso no garantiza un trasvase al 100% de votos a Puig.

Respecto a la nueva ejecutiva que salga del congreso, Puig ha insistido en que integrará en su equipo "a personas que están conmigo pero también a otras que no me apoyan". Postura bien distinta es la que mantiene Alarte, quien ha reiterado estos meses que su proyecto pasa por "una ruptura con el pasado y un cambio generacional".

Por otra parte, Ana Noguera confirmó ayer que no optará a presentar candidatura esta tarde "al no disponer de los avales que hacen falta", y ha dado "libertad total" a quienes la han apoyado "para que voten a quien estimen oportuno". Noguera, aunque no lo dijo, también está más cerca de Puig que de Alarte.

No hay que olvidar que este cónclave es el paso previo a los congresos provinciales del PSPV-PSOE aprobados por Ferraz. En Castellón, el partido está dividido entre los afines al morellano y los de la plataforma municipalista, que han dado sus avales a Alarte. La victoria de uno u otro este fin de semana definirá un mapa político socialista que aquí podría liderar o Francesc Colomer o Juan María Calles.