Las obras de remodelación viaria incluidas en el plan estatal de inversión local obligarán a cortar 100 calles de Castellón al tráfico, al menos, de manera parcial. Fuentes municipales han señalado que la restricción del paso de vehículos en algunos puntos de la red urbana no acarreará un plan de circulación específico dado que no afectará a ejes viarios de especial relevancia en el flujo de tráfico.

La particularidad de estas obras es que se ejecutarán de forma simultánea dado que el plan inversor del Ministerio de Administraciones Públicas obliga a culminarlas antes del próximo 31 de diciembre y en ningún caso superan el plazo máximo de 8 meses para su ejecución.

De esos 100 puntos conflictivos para el tráfico en los seis distritos municipales, 71 se deberán al reasfaltado de calles. El nudo de 8 viales situado entre la Gran Vía Tárrega Monteblanco y la ronda Mijares --con la calle Lepanto como epicentro-- sufrirá trabajos de remodelación, una imagen que se repetirá en el eje de la calle Segarra Ribés y camino San José, con el añadido de las calles Benárabe, Maestro Vives y Carcagente.

Los cortes de viales en el distrito norte se acotarán a los ya mencionados por repavimentación en el entorno de las calles Hermanos Vilafaña y San Roque mientras, en el centro, el carácter peatonal de los viales limitará la apertura de zanjas a las calles Herrero y Trinidad.

En el Grao, las obras del Gobierno tampoco generarán grandes trastornos de tráfico ya que se focalizarán en tres puntos: la calle Canalejas y su entorno, viales que serán remodelados; la avenida del Puerto, que también será actualizada; y la calle Acapulco y otras cinco más adyacentes, en la zona residencial del Pinar, cuyo asfalto y suministros básicos serán modernizados sin incidir en el tráfico.

El centenar de calles que serán restringidas por obras se completará con el tramo de Hermanos Bou entre la capital y el Grao.