Otro de los epicentros de aquel intenso verano festivo y cultural fue la plaza de toros de Castellón, donde actuaron los afamados Coros y Ballet del Ejército Rojo Soviético. Esta fue una de las primeras giras que protagonizó el afamado conjunto ruso que durante años fue uno de los más prestigiosos en el ámbito musical mundial. El coro llegó a Castellón bajo la dirección de su titular, el maestro Boris Alexandrov, autor del himno soviético. El propio Alexandrov tomó la batuta y dirigió a los músicos militares mientras los bailarines evolucionaban con la música popular rusa y las marchas soviéticas.