Ácido acetilsalicílico y no Aspirina, paracetamol en lugar de Gelocatil, o diazepam y no Valium. A partir de hoy, por real decreto del Gobierno, los médicos recetarán la medicación de sus pacientes por principio activo y no por marcas, y los farmacéuticos serán quienes dispensarán el que sea más barato dentro de los que contengan el mismo principio activo, la misma dosificación y la misma vía de administración. Es una de las medidas previstas por el Ministerio de Sanidad para ahorrar al año de cerca de 2.000 millones en toda España.

En Castellón, el presidente del Colegio de Médicos, José Antonio Herranz, tilda la medida de “buena”, aunque pone peros: “Puede haber problemas de bioequivalencia, es decir, de iguales principios activos; y de bioestética, pues al cambiar la marca, cambia la forma del fármaco, con lo que puede causar problemas de confusión y duplicidades, sobre todo en personas mayores, en crónicos y en polimedicados”. “Si son iguales, que parezcan iguales”, pide Herranz. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castellón, Jesús Bellver, explicó que “al dispensar un genérico, puede ser el más parecido de forma al de marca de la especificidad”.

IGUAL PRECIO // El medicamento “valdrá lo mismo, aplicando el precio más barato”, explica Bellver. Para ilustrar la situación que puede experimentar el usuario si a cada visita a la farmacia recibe un envase distinto, sirve el ejemplo del omeprazol, un protector de estómago, del que hay más de 40 genéricos y más de 20 no genéricos que pueden prescribirse, lo que significa que podría recibirlo en más de 60 envases distintos.

Bellver dice que “a efectos prácticos, para el consumidor, es una buena medida, pues abarata las marcas y más genéricos”. H