Los trámites para modificar el artículo 26 de la ordenanza municipal de convivencia ciudadana no entrarán en vigor antes del mes de marzo. El concejal de Sostenibilidad de Castellón, Gonzalo Romero, lanzó ayer este prudente vaticinio al tiempo que reafirmó su voluntad de que el nuevo artículo en consonancia con la ley de drogodependencias de la Generalitat sí permita beber alcohol en la calle en el entorno de la plaza Santa Clara, donde se localizan las tradicionales tascas. “Ojalá sean solo tres meses de espera, pero los trámites serán largos y debemos ajustar al máximo el texto de la ordenanza para que vaya en la misma línea de la ley autonómica”, como ordena la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) que da la razón a la Asociación Castelló Sense Soroll.

Como ya informó este mismo periódico, Romero y los técnicos jurídicos se inclinan por fijar en la ordenanza la obligatoriedad de una autorización municipal expresa para que todos los usuarios de las tascas puedan beber a diario alcohol en la calle.

La tramitación será larga. En cuanto los juristas municipales redacten de nuevo el artículo 26, será sometido al dictamen del Consejo de Participación Ciudadana. Posteriormente irá a la comisión de Urbanismo y de ahí a la junta de gobierno local.

Tras la aprobación inicial por parte del pleno municipal, el nuevo texto legal será sometido durante 30 días a información pública. Si se presentan alegaciones, el consistorio deberá contestarlas y volver a someter de nuevo el texto definitivo a la aprobación plenaria. Por último, la publicación del artículo modificado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) fijará su entrada en vigor. Tres meses tardará el consistorio en cumplir todos estos pasos, según aventuró Romero.

El portavoz de Iniciativa en la capital, José Pedregosa, terció ayer en la polémica para acusar al edil de “haber buscado desde el principio la confrontación directa entre el colectivo vecinal y los empresarios de las tascas. “El PP hace años que ha obviado una solución de consenso que contentara a vecinos y a las tascas”. H