El presidente de la Diputación, Javier Moliner, expresó ayer su deseo de evitar la fusión de los municipios de menos de 10.000 habitantes. Aunque todavía no hay una propuesta en firme ni del Gobierno de España ni de la Unión Europea, Moliner se refirió a la posible recomendación de la UE de suprimir o aunar pueblos para reivindicar el papel de la institución provincial y “agrupar” entorno a las diputaciones “a estas pequeñas localidades” de la provincia.

Esto es lo que el grupo popular en las Aulas propondrá al Gobierno después de que se aprobara en pleno una moción del PP que contó con el voto en contra del Bloc y la abstención del PSPV-PSOE. El nacionalista Enric Nomdedéu reconoció no tener una idea concreta respecto a esta situación: “Sinceramente, no sé si estoy a favor o en contra”. Por su parte, el socialista Francesc Colomer dijo que cualquier petición de fusionar ayuntamientos sería “indecente”, y recordó “que los culpables de la crisis no son los pueblos sino la banca y otros”.

Javier Moliner defendió la propuesta apuntando que la “supervivencia” de los 135 municipios de la provincia es “importante”, ya que “son entidades históricas que hay que preservar”. Reiteró la necesidad de que se amplíen las competencias de la Diputación en la prestación de servicios “y ser el auténtico tutelador de la vida municipal”.

Por último, el presidente provincial manifestó su intención de trabajar “para que esta Diputación esté conformada por un equipo de personas que defiende el municipalismo”. H