Los timadores se aprovechan de la indefensión y de la ingenuidad de las personas mayores. Este es el caso de esta vecina de Castellón que no ha querido revelar su identidad, “porque me da vergüenza que se entere mi hija y me riña por abrir a desconocidos”. Esta mujer y su marido, que padece párkinson, viven en un edificio de la calle Cronista Revest de Castellón.

Como suele ser costumbre, su marido fue a comprar a un supermercado cercano y al llegar al portal de casa, “un chico se le acercó, le saludó por su nombre y le dijo que había ido porque tenía que cambiar el contador de la luz, que estaba ya muy viejo, subieron los dos a casa y yo salí a ver quién era, y un chico muy normal y amable me dijo que teníamos que adelantarle 900 euros por el cambio de contador, que la empresa nos lo reem-

bolsaría al mes siguiente”.

Este matrimonio tan solo tenía 500 euros en casa y fue la cantidad que le entregaron. Este mes reclamaron el dinero a la compañía eléctrica, pero esta desconoce los hechos. “Nos han timado y nos ha servido de escarmiento, aunque ahora tenemos miedo”, señaló la mujer. H