Ya queda poco. Después de años de reivindicaciones, el Consejo Ministros aprobará casi con toda probabilidad el próximo viernes el Real Decreto que permitirá a las enfermeras (más del 90% de estos profesionales son mujeres) prescribir medicamentos y productos sanitarios con todo el respaldo legal. La nueva normativa llega con seis años de retraso y choca de frente con la opinión de los colegios de médicos, cuyo Consejo General sostiene que esta práctica puede suponer un riesgo para la seguridad del paciente.

Una vez el Consejo de Ministros dé luz verde al Real Decreto (todas las Consejerías autonómicas de Sanidad y el propio Ministerio dieron su apoyo al proyecto en la Interterritorial celebrada el pasado 26 de marzo), cualquier profesional en activo podrá empezar a dispensar medicamentos. En Castellón, y según datos del Colegio Oficial de Enfermería, son 2.912 quienes podrán hacerlo, aunque no todos tendrán capacidad de recetar fármacos desde el minuto uno. La normativa obligará a una parte importante de las enfermeras a realizar un curso de formación. “Solo habrá dos excepciones. La primera abarca a las profesionales que cuentan con una especialidad, por ejemplo, una enfermera matrona, una pediátrica o otra de salud mental. La formación tampoco será necesaria para todos aquellos profesionales que han salido de la facultad desde la aplicación del plan Bolonia”, resumen desde el sindicato Satse en Castellón. La UJI implantó Bolonia hace cinco años, en el curso 2010-2011.

Quienes estén obligadas a formarse podrán hacerlo en varias instituciones. “Los programas de formación del personal de Enfermería podrán impartirlo las propias comunidades y las universidades, además de los colegios profesionales y los sindicatos”, explican desde el Consejo General de Enfermería. El curso de formación, siempre según el Consejo, será gratuito y su duración no excederá de una semana.

LOS FÁRMACOS, UNA INCÓGNITA // La nueva normativa permitirá a las enfermeras recetar medicamentos no sujetos a prescripción médica (aquellos que cualquier persona puede comprar en la farmacia sin receta, como ibuprofeso, analgésicos o un simple apósito) de forma autónoma y también fármacos sujetos a prescripción médica. “Lo que queda todavía por elaborar son las guías y protocolos que determinarán qué medicamentos puedan usar estos profesionales”, coinciden tanto desde el Consejo General de Enfermería como desde el sindicato Satse de Castellón.

En la práctica diaria la labor de los profesionales de enfermería no diferirá mucho de lo que ya ocurre. “Las enfermeras y enfermeros en la actualidad ya hacemos muchas prescripciones de medicamentos y productos sanitarios para facilitar la salud de los pacientes y porque estamos capacitados para ello”, aseguran desde ambos colectivos que defienden que la norma legalizará una situación y consolidará una competencia que en la práctica ya se está desarrollando” en la práctica totalidad de ambulatorios, centros de salud y hospitales.

Además, el colectivo de Enfermería asegura que la normativa mejorará el funcionamiento del sistema de salud y aligerará las listas de espera. “En países como Suecia, Estados Unidos o Reino Unido,, las enfermeras llevan años prescribiendo medicamentos y todos los estudios constatan que no ha habido ningún problema para la salud de los pacientes”, resumen desde Satse. H