Pido su intercesión para que se reconsidere la postura de la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó, para que abandone ese posicionamiento retrógrado y que esta institución abrace a todos sus hijos por igual». Con estas palabras se dirige el empresario castellonense Javier Gimeno, marido del reconocido diseñador Higinio Mateu, al papa Francisco, después de que la entidad religiosa de la que era miembro lo vetara «por ser homosexual y estar casado con un hombre» en sus aspiraciones a ser integrante de la junta directiva del ente.

El agraviado ha mandado una misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, al Santo Padre, exponiéndole su situación y solicitándole su ayuda para que la cofradía reconsidere su posición.

Gimeno asegura en su carta respetar que la decisión adoptada por Lledó sea «la de la Iglesia», aunque puntualiza que esta también es «misericordiosa», por lo que considera que debe anteponerse dicha cualidad al juicio.

El empresario apela a las palabras que el propio papa Francisco dijo en un viaje a Brasil en el 2013, en el que señaló: «Si una persona es gay y busca al señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? Hay que integrarlas en la sociedad».

Gimeno recuerda al Pontífice «los numerosos casos de pederastia y corrupción» y considera que, «ahora que existe un alejamiento evidente de la sociedad hacia la Iglesia, nos salpica otro episodio desagradable y profundamente lamentable como es el mío».

Y es que, como ya avanzara el afectado en una entrevista en exclusiva con Mediterráneo: «¿Qué tiene que ver ser gay y estar casado con mi devoción a Lledó?».

Así, el castellonense pone de relieve que ha demostrado «sobradamente» su profunda «religiosidad y amor a nuestra madre: la Virgen María en su advocación de Santa María de Lledó».

En este sentido, el agraviado sostiene que se ha «banalizado» su fe y su dignidad, y advierte de que se le ha sometido «a un escarnio público» que no merece.

Por su parte, obispado y cofradía, que apelan al Derecho Canónico, aseguran que no hay discriminación por ser homosexual, sino por su matrimonio «irregular», con un hombre, tal y como ya publicara este rotativo. Según Gimeno, aunque la junta de la cofradía le dio el OK a su entrada en el órgano directivo, el prior de la cofradía, Ignacio Pérez, la autoridad eclesiástica, «lo paró».

DIVORCIADOS

Por todo ello, el empresario pide al Papa que interceda por él y por los «separados o divorciados que, al igual que yo, forman parte de la Iglesia y no suponen ninguna amenaza para los valores familiares». Gimeno apela a que no se excluya a nadie y pide «abrir los ojos» a nuevas formas de familia.