El president y líder del PSPV, Ximo Puig, ha cerrado con igual rapidez que su homólogo en el PSOE ha creado su Gobierno en España la que ha sido la primera crisis del Consell más longevo que nunca hubo al frente de la Generalitat, intocado durante tres años. No exento de una cierta tensión con su vicepresidenta y socia de ejecutivo, la coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, el relevo se ha limitado finalmente a la sustitución de Carmen Montón por Ana Barceló al frente de la Conselleria de Sanidad. Esta solución, la menos complicada, no era la que Puig prefería a un año de las elecciones, pero no fue más allá, precisamente por ese complicado Gobierno transversal con su socio de Compromís. El cambio en el Consell, más allá de que se va a Madrid una consellera muy discutida, en Castellón y en el resto de la Comunitat, con la que la sintonía de Puig no era buena, solo cierra con un signo positivo una primera fase de la convulsión que la inesperada llegada de Pedro Sánchez, con quien el líder del PSPV no ha pasado en los últimos tiempos de una relación correcta, implica para el líder morellano.

Además de las sustituciones imprescindibles en el equipo de Sanidad, del que buena parte hace la maleta junto con Montón, la histórica presencia de tres ministros valencianos más, especialmente José Luis Ábalos y Màxim Huerta, junto con el andaluz de adopción Luis Planas, supondrá que más cuadros de la Generalitat salgan hacia la capital del reino, con lo que obligará al president a buscar más recambios en su territorio. Esta elevada participación de representantes de la Comunitat en el Gobierno español, de signo socialista en su conjunto, plantearía formalmente ventajas para el Consell de Ximo Puig pero, en la práctica, las dificultades que supone contar con el propio partido en Madrid son claras.

En una clave institucional, el president insiste en que las reivindicaciones ante Pedro Sánchez serán igual en contenido e intensidad que lo fueron ante Rajoy, pero el tono habrá de ser más moderado y como mínimo durante el inicio de la andadura del Gobierno que ha tomado posesión hace apenas dos días. Falta ver hasta dónde llegan los gestos de Sánchez y Ábalos para con la Comunitat, teniendo en cuenta que falta menos de un año para las elecciones municipales y autonómicas. Por lo pronto, un primer gesto del presidente del Ejecutivo español ya ha llegado en forma de próxima reunión para abordar el gran problema de los valencianos, la infrafinanciación, donde necesariamente debe haber un mayor entendimiento.