Medio millar de personas acudió ayer al paso por el manto de la Virgen del Lledó en Castellón. Cerca de 80 niños, algunos de ellos con escasos días de vida, desfilaron por la basílica, acompañados de sus padres y abuelos.

Uno de ellos llegó a hacerlo, de hecho, directo desde el hospital donde había nacido, sin haber pasado todavía por su casa, como relató a este diario el prior mosén Josep Miquel Francés.

«Destaca, cada vez más, la presencia de sudamericanos. Sobre todo, de Colombia, Perú y Argentina», explicó con gran satisfacción. También se ha convertido en habitual que vecinos de localidades cercanas se sumen a la fiesta religiosa. Ayer, pudo verse en la basílica a vecinos de Almassora, Betxí o Artana. «Entre el viento y los actos por Sant Antoni, pensábamos que iba a acudir menos gente, pero ha sido todo un éxito», dijo el prior.