El sector inmobiliario español, que ha vivido varios años de expansión, comienza a dar muestras de que su ciclo de crecimiento ya no tiene el mismo vigor. Así lo demuestran las cifras de compraventa de viviendas en España, cuyo ritmo de crecimiento se ralentizó hasta el 10% en el 2018 con respecto al espectacular 15% del ejercicio anterior, y también lo corroboraron varios expertos reunidos ayer por la patronal azulejera Ascer y la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) en una jornada dedicada a La transformación estratégica del sector azulejero y su conversión en valor.

El director general de desarrollo y diversificación de negocio de la constructora Avintia, José Ignacio Esteban, advirtió a las empresas de que cuestiones como el progresivo incremento de los precios de los inmuebles --algo que en Castellón apenas se da-- y un «aumento de los costes de construcción atribuibles a la mano de obra» provocan que «a las promotores les sea cada vez menos rentable invertir en suelo», con lo que en un futuro próximo «se puede producir una paralización del sector de la construcción».

«Aún estamos en un buen momento, pero pueden venir épocas de vacas flacas», reflexionó Esteban. De hecho, el crecimiento del sector azulejero en el 2018 se explica en buena medida por la recuperación de la demanda interna, pues las exportaciones apenas subieron un 1,1%.

Eleuterio Abad, que es director general del grupo Zriser, dedicado a la inversión en pequeñas y medianas empresas, afirmó que frente a esa realidad, «afortunadamente el azulejo es un sector muy internacionalizado». «No creo que vuelva a venir una crisis como la del 2009, en la que todo el mundo entró en una recesión en el mismo momento, por lo que es importante tener una presencia exterior bien distribuida», explicó Abad.

INDUSTRIA 4.0 // Otra cuestión que estuvo muy presente en la jornada fue la necesidad de que las compañías cerámicas se adapten al «tsunami» que supondrá la digitalización y la industria 4.0, que en palabras de Javier Ferrer, de la empresa Witrac, puede implicar ahorros muy importantes para las empresas por ejemplo en el ámbito logístico. Y es que, señalaron, «el azulejo tiene hoy un exceso de capacidad de producción instalada, y hay que ir con mucho cuidado con el exceso de estoc».