Pese a contar solo con 29 años ya se puede decir sin miedo a equivocarse que Jordi Royo Gual ha visto mucho mundo. Su padre es de Les Useres y su madre, de Cabanes. Él nació en Castelló, pero después de concluir sus estudios en Barcelona, cursó un Erasmus en Noruega y ya ha vivido más de un año en Australia. Desde 2018 reside en Nueva Zelanda, desde donde planea viajar a Japón en breve junto a un amigo coreano. En marzo, eso sí, regresa a la ‘terreta’ a disfruta de la Magdalena.

En Nueva Zelanda trabaja en una empresa que lleva al país a estudiantes de España y Sudamérica que quieran aprender inglés. “Les buscamos trabajo, escuela y realizamos todos los trámites”, confirma. Su espíritu aventurero le llevó en primera instancia a Australia, donde ejerció todo tipo de profesiones durante los primeros meses hasta trabajar en un empleo similar al que ahora tiene en Nueva Zelanda. Entre ambos periplos volvió un tiempo a la provincia para trabajar en Porcelanosa. “Aquí vine sin nada, pero es fácil encontrar trabajo y a los dos días ya estaba en la restauración. Al cabo de mes y medio ya empecé a hacer lo que hago ahora”, añade Jordi, que vive en Auckland, la ciudad más grande de su país de adopción. “Como el país es muy grande y puedo trabajar desde cualquier parte mientras esté conectado con el móvil, puedo desplazarme y conocer las dos islas”, afirma.

-¿Cómo decidiste viajar primero a Australia y ahora a Nueva Zelanda?

-Estudié un año de ADE en la UJI y después seguí estudiando en Barcelona, pero seguí los pasos de mi hermano Joan, que es corresponsal en Brasil, para salir de la zona de confort. Hice un Erasmus en Noruega y allí me hice muy amigo de dos australianos a los que visité a su país para mejorar el inglés. Una vez allí me quedé con las ganas de ir a Nueva Zelanda… y aquí estoy. Le aconsejo a todo el mundo que venga, aunque está muy lejos (un par de días desde Castelló con escalas), solo su naturaleza es espectacular.

-¿Te fue fácil la adaptación al país?

-Es un país en el que todo el mundo te recibe bien. Son más acogedores incluso que en Australia, así que sí me fue fácil.

-¿Qué es lo que más te ha llamado la atención desde que te fuiste?

-La cultura maorí. Tengo amigos maoríes y son diferentes. Lo primero para ellos es la familia y sus tradiciones. Tienen muchos mitos y tradiciones. He estado en Samoa y ahora voy a Tonga, donde la población mayoritaría es maorí, e impresiona porque son gigantes, pesan cien kilos como mínimo, pero son súper amigables. Enseguida te abren las puertas de su casa y he tenido muy buenas experiencias con ellos. Llama la atención también la desigualdad que existe entre ellos. Los hay muy bien formados y muy ricos, de hecho la zona del puerto de Auckland, la más cara del país, es suya, pero en sus clases bajas también hay mucha delincuencia. De hecho, la mayoría de presos en Nueva Zelanda son maoríes acusados de violencia de género, robos…

-¿Qué es lo que más echas de menos de Castellón?

-Los amigos, la familia, mi abuela, poder tomar una cerveza en la Muralla por un euro…

-¿Es mucho más elevado el nivel de vida en Nueva Zelanda?

-Sí. Lo normal aquí es que una cerveza te cueste unos 10 dólares, unos siete euros. Un pimiento, por ejemplo, te puede costar dos dólares… Los sueldos también son más elevados. Depende de la profesión, pero en un trabajo cualificado puedes cobrar unos 5.000 dólares al mes.

-¿A nivel gastronómico, en qué se diferencia su cocina de la nuestra?

-Su cocina autóctona es la maorí, pero no es fácil encontrarla. Lo bueno es que cada día de la semana si quieres puedes cenar en un país diferente, porque hay restaurantes indios, tailandeses, chinos, ingleses, hamburgueserías… Hay mucha variedad.

Jordi, en el paraje en el que rodaron las escenas de Mordor de 'El Señor de los Anillos'.

-¿Recomendaríais vivir en Nueva Zelanda? ¿Y visitarlo?

-Depende. Te tienen que gustar mucho los paisajes, naturaleza… Lo recomendaría para la jubilación porque la calidad de vida, seguridad y honestidad de este país no la he visto nunca. Te puedes dejar el móvil en la mesa del bar, que nadie te lo va a quitar. Para visitarlo hay que tener en cuenta las distancias. Son dos islas grandes y lo ideal es pasar mínimo dos semanas en cada una de ellas.

-¿Qué diríais que es imprescindible para visitar en Nueva Zelanda?

-En la isla norte recomendaría Auckland, Tongariro (imagen inferior), Tauranga o Wellington. La isla sur son todo paisajes, Queenstown por ejemplo parece un pueblo de cuento de Navidad. Es una pasada. Y después Nelson también merece una visita.

-¿Tienes pensado volver a Castellón o piensas instalarte allí?

-Vuelvo para Magdalena, pero no sé si para quedarme. Llevo más de un año y tengo ganas de ver a mi abuela.

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En Cape Reinga, donde se juntan los dos mares en el punto más al norte de Nueva Zelanda, y donde según la tradición maorí sus espíritus descienden al inframundo.