La odisea de los 'collidors' de Castellón y de la Comunitat
Los empleados deben garantizar las medidas de seguridad sanitaria para desempeñar las tareas de recolección, además han sufrido retenciones y controles policiales que les han dificultado el trabajo
Los collidors de cítricos que trabajan en explotaciones de la Comunitat Valenciana no lo han tenido fácil durante estos primeros días de estado de alarma para salir a faenar. Los recolectores de naranjas y mandarinas, ya en la fase final de la campaña 2019/2020, debido a problemas burocráticos y de falta de coordinación entre algunas administraciones públicas, han sufrido retenciones y controles policiales que han impedido en algunos casos poder llegar a destino.
Con todo, la situación está volviendo a cierta normalidad al resolverse problemas burocráticos con algunos agentes de la Policía Local y Guardia Civil, que debe permitir la circulación de los vehículos de trabajadores, con los que se mueven los collidors «sin límite de ocupación», tal como reconoce el real decreto 463/2020 del Gobierno central a raiz del coronavirus. Eso sí, todos deben ir con mascarilla y la «responsabilidad es del empleador», recuerdan desde la Delegación del Gobierno.
Recolección a buen ritmo
Según fuentes de la Conselleria de Agricultura, se sigue recolectando cítricos «a buen ritmo», si bien los trabajadores deben mantener las medidas de seguridad como las distancias o el uso de guantes, entre otras. A veces, trabajan con mascarilla. La administración autonómica reconoce que existen «algunas incidencias» por descoordinación con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado aunque empresas y cooperativas están en contacto con la Delegación del Gobierno para garantizar la movilidad de los trabajadores del campo, un colectivo que en plena campaña citrícola emplea a miles de collidors y trabajadores (sobre todo mujeres) en almacenes de procesamiento y envío de naranjas y mandarinas para su posterior envío a las tiendas.
Además, la Conselleria ha activado servicios esenciales para poder atender las necesidades básicas (sanidad animal, sanidad vegetal y análisis) que garanticen la calidad de todos los alimentos y no pongan en riesgo en ningún momento la salud de las personas.
Según Cooperatives Agro-alimentàries, existe un «buen ritmo» en las tareas de recolección y procesamiento de los cítricos. También reconocen estas fuentes que se ha clarificado la instrucción para el traslado de collidors a las parcelas.
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