Ponerse a buscar vinilos de Loreena Mckennit, la diosa de la música celta y poder encontrar la edición suprema de The Lady of Shalott, o de Haggard, los reyes del metal neoclásico, o de los más comerciales Fórmula V, Los Diablos o Marisol, y si a ello le sumas el poder tomar una cerveza o el classical aperitivo de Martini con aceitunas, puede ser un placer inmenso. Y eso es lo que ocurre en la Feria Internacional del Disco de Castelló en el Hotel del Golf Playa, que ayer abrió sus puertas para deleite de coleccionistas y también para profanos en el mundo de las músicas, que son muchas y variadas.

Buscar y buscar, como un ritual excelente. Ir pasando cada uno de los vinilos de los expositores, ajenos al tiempo y al espacio. Un evento que, pese a sus limitaciones de este año por la pandemia y las inestables condiciones climatológicas, no ha perdido ni un ápice de su encanto arrebatador. ¿Por qué seducen tanto los discos? ¿Por su forma redondeada que esgrime la cuadratura del círculo? ¿Por esa evocación de los años felices y tiempos de juventud que ya no volverán? ¿Por qué el pick up irradiaba la fantasía en la que creíamos? ¿Por qué, pese a los cedés y el Youtube o el Spotify, el disco es volver a nuestros ancestros, a una forma diferente de escuchar las partituras?

Feria como referente y punto de encuentro de obligada visita para una discomanía que ha ido recuperando posiciones en el ranking de los formatos, si alguna vez descendió a los infiernos del olvido. Una muestra con un objetivo principal: difundir la cultura del vinilo y apoyar la música como referente cultural, más aún en tiempos de pandemia abocados a una crisis casi eterna, por ahora, en la industria de la cultura.

BULGARIA Y FRANCIA

Con 12 estands de firmas de vinilos procedentes de Bulgaria y Francia (la cuota internacional), y de Madrid, València, Tortosa, Ciudad Real, Palma de Mallorca, Zaragoza y, por supuesto, Castelló, bajo la égida de José Mercadillo, la feria es de calidad y solvencia.

Y por si faltara poco, la ambientación de la feria está a cargo de colosales pinchadiscos non stop. Ayer fue el turno de Goma, 007, Paco Roca, Rosvil, Fanki Cheff, Dejota Cap, Carlos Bru y Friz. Para hoy están programadas las sesiones de Moonwolf, Marc Ripollés, Pau P & Kike Te y Mario Cuevas. Reconocidos pinchadiscos de solvencia contrastada en largas noches de blanco satén.

Y, de estilos no hablemos porque en esta caja de Pandora en forma de Feria del Disco están todos. Desde al funky a la salsa, pasando por el soul, jazz, bugalú, hardcore, minimal, indie, punk... Todas las tendencias que existen en el mundo y que usted no se atrevía a preguntar o si lo hacía descubría nuevos universos.

Por supuesto, estas 48 horas de tributo al vinilo cuenta con las medidas de prevención propias del coronavirus, con uso de mascarilla, uso de gel hidroalcohólico y la recomendación de distancia social, con aforo limitado.

Además, los horarios se han adaptado para cumplir con la norma del toque de queda, por lo que el cierre de la jornada de ayer sábado fue a las 23.00 horas. Hoy la feria cierra a las 20.00 horas.