Las nuevas restricciones navideñas dictadas por el Consell para frenar los contagios «ahogan» aún más a una maltrecha hostelería. Reducir el toque nocturno a las 23.00 horas y prohibir los días más señaladas reuniones de más seis personas está teniendo ya efectos en las cancelaciones de reservas. A pesar de que el Consell busca mantener la actividad de la restauración para evitar un golpe aún más fuerte en la economía, el sector considera que estas limitaciones suponen un «cierre encubierto», según lamentó el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Carlos Escorihuela.

Así, Ashotur denuncia que, de nuevo, se han tomado decisiones improvisadas con poco margen de maniobra. «Adelantar el toque de queda va a afectar directamente al servicio de cenas, que en muchos restaurantes será inviable ofrecer y se elimina el segundo turno. En estos momentos, teniendo en cuenta que para muchos negocios la campaña de navidad podría ser el último revulsivo antes de plantearse un cierre definitivo, estas limitaciones suponen la puntilla para muchos negocios que ya estaban agonizando», lamentan desde la asociación hostelera.

Bares y restaurantes llevan trabajando desde hace más de un mes a un 30% del aforo interior y un 50% del aforo en las terrazas. A pesar de la afección que esta restricción está teniendo «los impuestos, tasas, alquileres y pagos son como si estuviera funcionando a un 100%», señalan desde el sector que sigue sin recibir ningún tipo de ayuda directa.

Libre de focos

Por su parte, el presidente de la Asociación Hostelera de Castellón (Ashocas), Álvaro Amores, valoró «muy negativamente» las nuevas restricciones impuestas a partir del próximo lunes. «Una vez más, vuelven a señalar a la hostelería cuando se ha demostrado que ninguno de los focos procede de aquí, nuestro sector ha sabido adaptarse a la normativa y respetar con creces las medidas que se han ido imponiendo». El Consell busca una cabeza de turco para desviar la atención de donde realmente se están produciendo los contagios y que si depende directamente de ellos como en residencias de ancianos, hospitales y transporte público», afirmó Amores.

La patronal de hostelería castellonense considera que durante el 2021 más del 30% de los bares y restaurantes de la provincia se verán obligados a cerrar con la consiguiente destrucción de empleo que ello conlleva. Desde la asociación creen que la reducción de una hora en el toque de queda en estas fechas tan señaladas les hará perder en torno a un 40% de facturación más, una cifra acumulada a las pérdidas millonarias que arrastran desde marzo.

Ocio nocturno

En esta mismo línea se manifestó el presidente de On Castellón, entidad que agrupa a más de 60 locales de ocio nocturno, Carlos Sánchez Y es que, sin duda, el adelanto del toque de queda supone un duro revés para aquellos establecimientos que habían abierto hace apenas unos días en horario diurno. A pesar de la coyuntura, siguen apostando por fomentar el tardeo siguiendo todas las medidas sanitarias.