La hostelería de la provincia de Castellón está expresando su malestar después del cierre decretado por la Generalitat valenciana y que se prolongarán, como mínimo, hasta el próximo 15 de febrero, una de las restricciones que más ha dado que hablar en los últimos días.

Los hosteleros castellonenses han protagonizado manifestaciones en automóvil, caceroladas... y a nivel particular también se han expresado de forma creativa, como hace el propietario de la pizzería de Burriana Pinocchio, que utiliza la carta de sus menús para lanzar sus críticas.

Víctor Manuel Marqués es un joven camarero de 31 años. Es natural de la Vall d'Uixó, pero desempeña su trabajo en el bar restaurante Vika, en la vecina Moncofa. Él es una de las muchísimas personas que trabajan en el sector hostelero víctimas de la pandemia. "Las restricciones anteriores ya me afectaron porque el cierre a las cinco no me permitía hacer mi turno habitual, que era el de tarde. Y ahora ya, cerrados por completo". La consecuencia es que, ante la falta de actividad, Víctor Manuel se ha quedado en el paro, como otros centenares de compañeros en la provincia.

Sin embargo, no se resigna a, por lo menos, criticar una medida a la que no encuentra lógica. "No entiendo como mi puesto de trabajo no puede abrir y, sin embargo, cualquiera puede ir a almorzar a un hospital, sin ningún tipo de restricción ni de medida preventiva", denuncia el joven.

Víctor Manuel utilizó la cámara de su teléfono móvil para tirar de ironía. Sentado en una mesa del Hospital Provincial de Castellón, con un almuerzo enfrente y enfocando con su cámara la actividad en el recinto hostelero del centro hospitalaria, no da crédito a lo que ve. "Pero no pasa nada, porque aquí en el hospital no hay virus. Solo está en los bares", ironiza en el vídeo que se está viralizando en las redes sociales.

Excepción a las restricciones

Víctor Manuel sabe que los bares de los recintos hospitalarios de la Comunitat son excepciones dentro de las restricciones tomadas por la Generalitat valenciana, y que como tales están establecidos en el texto del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) en el que se publicaron estas medidas de lucha contra el covid-19, cuyo texto reproducimos a continuación.

Pero este camarero de la Vall insiste que, lo que vio, excede los casos contemplados en el DOGV, ya que opina que el bar del Hospital Provincial no solo estaba abierto a "profesionales, pacientes y familiares o acompañantes", como es su caso --"acompaño a mi madre cada 20 días para su tratamiento, explica--, sino que cualquiera puede acceder sin control. "Lo que yo vi eran mesas con seis sillas, y no cuatro como máximo como está establecido, y ni mucho menos los dos metros de separación entre mesas", explica a Mediterráneo. "Tampoco vi a nadie desinfectando las sillas y mesas que se abandonaban y eran ocupadas por otros clientes", añade.

Ante tal situación, Víctor Manuel no dudó en expresar de la forma más visual posible su perplejidad y descontento: "Mientras yo estoy en paro porque los bares tienen que estar cerrados por que está el virus, estoy aquí almorzando tan tranquilamente".