La crisis estranguló la actividad inmobiliaria en el segundo trimestre del año y la Sareb no fue una excepción. Y eso que las ventas, su vía de ingresos más importante, cogieron carrerilla a partir del mes de junio. Pero aún así, el balance del año será negativo. Un ejemplo. De enero a noviembre, el banco malo logró desprenderse en la provincia de 394 activos inmobiliarios, cifra muy alejada de los 596 del 2018, según datos de la entidad.

De los casi 400 activos que la Sareb vendió en Castellón durante los once primeros meses del año pasado y que alcanzaron un valor de 24,8 millones de euros, 217 eran viviendas y la gran mayoría se comercializaron en Castelló (43), Almssora (32), Sant Jordi 25), Peñíscola (13), la Vall d’Uixó (12), Segorbe (11) y Alcalá de Xivert-Alcossebre (11). Además, también se desprendió de 20 parcelas de suelo (7 en Peñíscola y 7 en Borriol, entre otras), 6 locales comerciales y 3 naves industriales.

Un estoc cada vez más abultado

El parón de las ventas registrado el año pasado explica, aunque solo en parte por qué, y pese a que pasan los años, la cartera del banco malo en Castellón sigue cada vez más llena. De hecho, todavía dispone en la provincia de 8.926 activos valorados en 732 millones de euros. De esa cantidad, 4.215 son viviendas, aunque también hay 2.543 anejos, 805 parcelas de suelo finalista, 561 de suelo en desarrollo, 483 fe suelo rústico o 222 locales comerciales. La cartera de la Sareb en la provincia incluye también naves industriales (64) y oficinas (30), siempre según la entidad. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, el banco malo cuenta con 28.470 activos, valorados en 2.162 millones de euros (12.965 en la provincia de Valencia y 6.579 en la de Alicante.

Y, ¿cómo se explica que la Sareb venda cada mes en Castellón 38 inmuebles o parcelas y, sin embargo, su estoc de propiedades es cada vez más abultado? La explicación está en que la mayoría de la cartera de la que se hizo cargo el banco malo en el 2012, año en el que fue creado, estaba conformada por préstamos al promotor, unos préstamos que la entidad ha ido logrando convertir en inmuebles. En Peñíscola, por citar un caso concreto, ha sacado a la venta una promoción de obra nueva que consta de 50 viviendas y en Benicàssim está a punto de hacerlo. Las dos forman parte de las cerca de 17.000 viviendas que la entidad, a través de su promotora Árqura Homes, tiene intención de construir en España hasta el 2027. De esa cifra, 282 se levantarán en Castellón, 947 estarán en Valencia y 204 en la provincia de Alicante.

7 AÑOS PARA CUMPLIR OBJETIVOS

Pero es que, además, en el 2019 el banco malo se hizo con el control del 36% de las propiedades del PAI Doña Blanca Golf de Torreblanca, asegurando la viabilidad de un proyecto urbanístico enquistado desde el 2005. De hecho, todo apunta a que las obras podrían empezar este mismo año.

La Sareb se creó en 2012 y lo hizo para agrupar los créditos morosos, sobre todo de promotores inmobiliarios, así como suelo y viviendas adjudicadas de las entidades financieras que recibieron ayuda pública para su saneamiento tras la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008. Tendría, además, 15 años para vender esas propiedades. En total, se quedó con 200.000 activos a nivel nacional (el 80% eran préstamos y el 20%, inmuebles) valorados en más de 50.000 millones de euros. Desde su nacimiento han pasado ya 8 años, por lo que le quedan aún siete pasa soltar todo el lastre.