La incidencia del coronavirus en los municipios de la provincia de Castellón continúa marcada por la evolución a la baja tras la implantación de las diferentes restricciones del Consell a la actividad hostelera, comercial, social y la movilidad desde el 21 y 30 de enero, las cuales son unas de las más estrictas del territorio nacional.

Desde entonces, como atestigua la comparativa de los últimos datos por localidades proporcionados ayer por la Conselleria de Sanitat con los de hace dos semanas tras la activación de las medidas, la transmisión del virus sigue en proceso de ralentización en la mayoría de las principales poblaciones del territorio provincial. Y lo hace en el momento previo a una posible prórroga durante una o dos semanas de las limitaciones vigentes, ya que caducan el próximo lunes 15 de febrero a las 23.59 horas.

Así lo ha manifestado en las últimas jornadas el president de la Generalitat, Ximo Puig, y podría anunciarlo en breve, ya que pese al respiro, los hospitales de la provincia siguen soportando una presión considerable, con 337 personas ingresadas por covid-19 en planta y otras 53 en UCI.

Y es que el riesgo de transmisión continúa en el nivel extremo en las 17 localidades con más residentes del territorio provincial y que abarcan más del 80% de la población castellonense, pero también en algunas más pequeñas como pueden ser Catí, Vallibona o Zucaina, entre muchas otras, al sobrepasar en todas ellas el umbral de 250 positivos por 100.000 habitantes. Además, este hecho pone de manifiesto la lejanía de la situación actual con la conocida como nueva normalidad, que Sanitat fija cuando se dé una incidencia inferior a 25 positivos.

Mayor afección

Mientras, las cifras más altas se mantienen en puntos como Onda, con una incidencia de 1.902 positivos, aunque habiendo reducido los casos activos a los 473 en el último balance. Por ello, la alcaldesa, Carmina Ballester, llamó ayer a los vecinos a «no bajar la guardia y seguir siendo responsables para poder acabar con esta pesadilla».

También en Segorbe registran una tasa de 1.225, algo por debajo del valor de la semana pasada, por lo que su munícipe, Mª Carmen Climent, afirma que la localidad «se está enfrentando estas semanas a las cifras más altas desde que empezó la pandemia de covid-19».

En l’Alcora, con una incidencia de 1.662 casos y 173 positivos, el primer edil, Samuel Falomir, defiende directamente mantener las limitaciones actuales: «No hay que levantar ninguna medida restrictiva, sino continuar con las mismas como mínimo 15 días más», declara el alcalde.

Cierre perimetral

Por último, Castelló y Vila-real, las dos ciudades que permanecen cerradas perimetralmente los fines de semana en la provincia, se suman al descenso de casos al bajar su incidencia hasta los 782,63 y 719,16 positivos por 100.000 en las dos últimas semanas.

No obstante, la Vall d’Uixó y Orpesa son las únicas dos localidades grandes que mantienen hoy una incidencia en valores por encima de los del pasado 26 de enero, al acentuarse la problemática hasta una incidencia de 938,6 y 749,23 contagios confirmados por PCR, respectivamente.

Informan R. Martin y J.Nomdedeu.