La actividad inmobiliaria no fue ajena al enfriamiento de la economía en tiempos de pandemia. Las compraventas en Castellón cayeron en el 2020 un 21,99% con 6.785 operaciones, según dio ayer a conocer el Instituto Nacional de Estadística. La media nacional experimentó un descenso del 17,7%, y la de la Comunitat del 22,1%. Los retrocesos se concentran en los primeros meses de restricciones, aunque ese panorama ha dado paso a una recta final del ejercicio mucho más positiva.

Las transacciones realizadas en la provincia en el último trimestre del año fueron 1.994, lo que supone un incremento del 25,33% respecto al tercer trimestre del 2020. Así lo indican los números de la Estadística Registral Inmobiliaria elaborada por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España.

Castellón ocupó el quinto lugar de la clasificación española en número de compraventas por cada mil habitantes, con un índice de 3,48. El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón, Francisco Nomdedeu, valoró que las operaciones en el cierre del 2020 y las primeras semanas del 2021 muestran que la situación «se normaliza después de todo lo ocurrido como consecuencia del coronavirus». Los meses de confinamiento de la primera ola «provocaron la paralización y cancelación de muchas operaciones, que en muchos casos se retomaron con la llegada del verano», añadió.

Una valoración semejante es la que expuso Fernando Falomir, de Aincas. Durante los primeros compases de la pandemia «se detuvo casi todo, y había incertidumbre por el resto del año, pero la demanda existente nos ha dejado recuperar la actividad a partir del tercer trimestre». Francisco Nomdedeu expuso también que las entidades financieras mantienen la financiación de vivienda, «y sigue la demanda tanto en la capital como localidades cercanas, además de otros puntos como el área industrial de la Plana».

Por parte de Areavivendi, Juan Carlos Rodríguez comentó que se ha detectado una recuperación, «aunque hay incertidumbre por lo que pueda ocurrir en los próximos meses», en función del tiempo que vayan a durar las restricciones y sus consecuencias sobre la situación económica.

La comparación del 2020 de Castellón con los años anteriores arroja un descenso significativo de compraventas respecto a los dos ejercicios anteriores, con las 8.766 del 2019 y las 8.761 del 2018. A pesar de ello, el número de operaciones fue menos en el periodo entre los años 2011 al 2016, cuando en algunos casos no se llegaron a superar las 6.000 transacciones de viviendas. El 2015, con 5.652, resultó ser el peor de los últimos años.

Como en otros ámbitos, el sector inmobiliario también se tuvo que adaptar al uso de nuevas formas de llegar a sus clientes. «Ya teníamos un servicio de tour virtual a través de nuestra web, y esto nos permitió mantener el contacto con gente interesada en comprar», mencionó Falomir, si bien la visita presencial sigue siendo primordial a la hora de tomar una decisión de compra.

En cuanto al balance de los Registradores dedicado a la Comunitat, cerró el último trimestre del 2020 como líder de la actividad inmobiliaria por población en España. De octubre a diciembre inscribió 3,28 compraventas de viviendas por cada mil habitantes.

Nuevos compradores

Ismael Catalán es un zaragozano que en el 2020 dio el paso de comprar una propiedad inmobiliaria en Peñíscola. «Con el cambio de año en los talones, porque se firmó el 30 de diciembre», comenta. Lo más curioso es que, desde que su nombre figura como dueño, no ha podido acercarse todavía, debido a las restricciones de movilidad para reducir los casos de coronavirus.

«No se puede entrar en la Comunitat, pero donde vivo yo en Zaragoza tampoco puedo moverme ni a ocho kilómetros», explica. Detalla que la agencia con la que negoció, Altubel, le ha pasado «toda la información mediante vídeos sobre cómo está ahora», y cuando haya seguridad suficiente ya acudirá.

La firma en el notario también estuvo marcada por la pandemia. «La hicimos en Zaragoza, y el agente acudió desde Peñíscola con un justificante para un encuentro con distancia de seguridad y que apenas duró unos minutos», dice. Este enamorado de Peñíscola «desde los siete años» no solo se alegrará de dejar atrás las cifras de contagios por el coronavirus, sino que también podrá disfrutar de su recién estrenado apartamento.

Ajuste de precios y cambio en las tendencias

El movimiento en las agencias inmobiliarias se ha retomado, pero la crisis del coronavirus ha supuesto cambios en el sector. Uno de ellos tiene que ver con los precios. Fernando Falomir, desde Aincas, comentó que en los últimos meses hay «una ligera disminución, que ronda el 5% de media». Juan Carlos Rodríguez de Areavivendi matizó que las propiedades en el centro de la capital «apenas tienen variaciones porque se conserva la demanda, mientras que en otros puntos más alejados puede haber descensos de hasta el 10%.

Otra tendencia es el incremento de las viviendas unifamiliares. En la Comunitat, el aumento de este apartado en el periodo de octubre a diciembre del 2020 fue del 23,7%. Fernando Falomir detalló que a este hecho se añade «un aumento de las transacciones de parcelas para particulares», así como de terrenos con casa. De pisos, los que tienen mejor salida «son los de terraza o balcón», que den mayor sensación de libertad en caso de un confinamiento como el de la primavera.

Juan Carlos Rodríguez hizo mención a lugares como la Marjaleria o casas de Benicàssim, mientras que Francisco Nomdedeu recordó que ahora «se prima un espacio amplio y cómodo a la ubicación», por lo que han aumentado zonas que antes estaban consideradas como menos atractivas, como la avenida l’Alcora de la capital. El covid altera menos al sector inmobiliario que el ‘crack’ del ladrillo, aunque la capacidad adquisitiva en los próximos tiempos será decisiva.