Acercar la medicación hospitalaria de dispensación ambulatoria a los pacientes sin que tengan que desplazarse hasta el Hospital General de Castelló en plena pandemia. Este es el objetivo del proyecto piloto en el que participan el propio centro y el Colegio de Farmacéuticos de Castellón. Son los encargados de implantar un modelo que se trasladará a los otros departamentos de salud de la Comunitat. En breve está previsto que también se adhiera el Hospital Provincial. Este circuito está destinado a pacientes con tratamientos crónicos estables, así como a aquellos cuyo domicilio esté a una distancia del centro hospitalario que así lo justifique.

El protocolo de actuación recoge que es el Servicio de Farmacia Hospitalaria quien selecciona los pacientes más susceptibles de recibir el servicio, y el paciente elige la oficina de farmacia donde recogerá la medicación o desde donde se le llevará al domicilio, en casos especiales por falta de movilidad. «La dispensación de medicamentos de uso hospitalario es una de las unidades que más ha crecido con cerca de 5.000 pacientes. Este servicio supone entre el 60 y el 65% del total del gasto farmacéutico hospitalario», explica el jefe del Servicio de Farmacia del Hospital General, Raúl Ferrando.

«Tenemos una importante saturación en este servicio, antes se formaban colas de hasta dos horas, por lo que el esfuerzo del departamento por impulsar la telefarmacia es muy importante y comporta destacadas ventajas», afirma Ferrando.

El Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos recoge la información del Servicio de Farmacia Hospitalaria y se pone en contacto con la botica seleccionada por el paciente. Una vez trasladada esta comunicación, la farmacia se pone en contacto con la persona beneficiaria, quien firma un consentimiento informado y así poder avisarle de cuándo puede recoger la medicación concreta.

La medicación llega a la Vall

Cuando los tratamientos están listos es una empresa especializada en el transporte de medicamentos la encargadas de hacer la distribución a las farmacias, quienes lo entregan en la misma oficina o en el domicilio a los pacientes. Este es el caso de la farmacia Beltrán Nabas de la Vall d’Uixó, donde ayer Josefa Ambou acudió a recoger la medicación para la insuficiencia renal crónica que padece.

«Este servicio es muy cómodo porque así no tengo que desplazarme hasta Castelló», señala Josefa. Por su parte, la farmacéutica Mª Belén Aparici destaca la finalidad de esta medida que busca acercar y facilitar a pacientes vulnerables su medicación. «Durante la pandemia les hemos ayudados y llevado a casa los medicamentos a aquellos que estaban confinados o tenían problemas de movilidad», remarca.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Castellón, su presidente Sergio Marco, indica que fueron los propios farmacéuticos los que se dieron cuenta, al estallar la pandemia, de la necesidad de este servicio y se lo plantearon a la Conselleria de Sanitat, aunque no ha sido hasta esta tercera ola cuando se ha puesto en marcha. A pesar de la que medida ha nacido como respuesta a la pandemia, Marco apunta que es «una solución que ha venido para quedarse» por los enormes beneficios que supone para los pacientes crónicos más vulnerables.