Después de nueve meses de trabajos de derribo, excavación, desescombro y prospecciones arqueológicas, Castelló da un paso más, con el comienzo de la cimentación, hacia el nuevo centro de envejecimiento activo, un proyecto que situará a la ciudad a la vanguardia de la materia.

Estas labores se alargarán hasta el mes que viene y permitirán vislumbrar, hacia el primer trimestre de 2022, la estructura de las renovadas instalaciones, que acogían la Casa de la Cultura. El Ayuntamiento de Castelló confinancia con fondos europeos Feder este proyecto de 3,3 millones de euros y 2.200 metros cuadrados de superficie, que albergará unas modernas instalaciones para el ocio, el deporte y la cultura de las personas mayores.

«Arranca la construcción propiamente dicha del futuro centro; estamos expectantes porque con él, Castelló se convertirá en una ciudad referente en lo que a políticas de fomento del envejecimiento activo y saludable se refiere», recalcó al respecto la alcaldesa Amparo Marco

El proyecto busca convertir este inmueble en una instalación cien por cien accesible y vertebrada por una serie de patios interiores que aportarán luz y ventilación natural en todas las estancias. Huertos urbanos en la azotea, cafetería, salón de actos para cien personas, sala de exposiciones, gimnasio y sala de actividad física, zona de estimulación sensorial, espacios de lectura, servicios de peluquería, fisioterapia y podología, talleres polivalentes o una sala de ensayos insonorizada son algunos de los servicios. 

La cimentación se iniciará por la zona de la calle Enmedio y se trasladará al lateral de Antonio Maura. Desde la empresa adjudicataria, Becsa, indican que durante la fase de cimentación, «en los momentos de hormigonado de los diversos elementos estructurales como son las zapatas, pilares y forjados, habrá cortes de tráfico en la calle Antonio Maura de los que se avisará con la debida antelación; mientras en la calle Enmedio se restringirá la movilidad pero no se contemplan cortes totales si no es estrictamente necesario». 

Durante el verano, las prospecciones arqueológicas sacaron a la luz una galería de acceso a un refugio de la Guerra Civil que, por el momento, se va a integrar en el proyecto para poder conservarla habilitando un registro a la misma. También se localizaron aljibes enterrados, balsas de acumulación de aguas pluviales y algunos pozos con restos cerámicos, cuya catalogación está en proceso.