La cuenta atrás para la retirada de la cruz del parque Ribalta ha comenzado ya. La conclusión de los trámites administrativos necesarios para quitar este símbolo religioso por parte del Ayuntamiento de Castelló en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica es una realidad porque solamente queda pendiente la habitual firma del comienzo de los trabajos unos días antes de su inicio. El traslado del símbolo religioso desde el parque hasta la explanada de la iglesia Santo Tomás es inminente. Será en los próximos días.
Y es que precisamente ayer, el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó la retirada y cesión de la cruz al obispado Segorbe-Castellón y, pese a que da un plazo de veinte días para quien estime presente alegaciones a dicho traspaso, este trámite no influye en absoluto en la retirada de la cruz, según confirmaron fuentes municipales a este periódico.
De hecho, el obispado ha preparado el pedestal junto al templo religioso dedicado a Santo Tomás, en el polígono Rafalafena para que el mismo día en el que se retire la cruz de su actual emplazamiento se coloque en su nueva ubicación. Sin embargo, y pese a que el traslado es cuestión de días, el obispado todavía no ha retirado la cruz de hierro de enfrente de dicho pedestal ni sabe todavía dónde se trasladará. Según indican, quieren que primero se plante la cruz del Ribalta en perfectas condiciones y luego analizará dónde poner la otra de hierro.
Así las cosas, las obras en el entorno del Ribalta comenzarán una vez vallen la zona y una grúa levantará la cruz de hormigón que trasladará, el mismo día, hasta la parroquia designada.
En el caso de que esta sufra algún deterioro debido a su antigüedad, será la empresa responsable de los trabajos la que la adecente.
Una vez finalice esta tarea, esta zona afectada del parque Ribalta acogerá las obras de remodelación para convertirla en un jardín romántico en consonancia con el resto del entorno. Se plantarán especies autóctonas y se recuperarán otras tradicionales, así como varios bancos de cerámica.
