El aliciente que supondrá la reforma de la avenida de Lledó para la actividad comercial y hostelera fue uno de los principales argumentos que ayer la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, puso sobre la mesa en la reunión que mantuvo este martes con diferentes representantes vecinales para abordar la actuación centrada en la mejora de la movilidad peatonal y ciclista.

La munícipe reiteró que la intervención que se está ejecutando e inició este martes su fase más próxima al centro urbano «tiene como objetivo transformar esta emblemática avenida en un itinerario accesible, seguro y sostenible, que prioriza a los peatones y que genera espacios de encuentro, de ocio saludable e impulso comercial».

Peatonalización

En este sentido, Marco recordó que tal y como se ha podido comprobar tanto en Castelló como en otras ciudades españolas y europeas, la peatonalización de viales favorece la actividad de los comercios y la hostelería.

La reunión contó con la asistencia de los concejales de Movilidad Sostenible, Jorge Ribes, y de Urbanismo, José Luis López, así como de miembros de diferentes asociaciones vecinales, algunas posicionadas previamente en el rechazo al proyecto. La alcaldesa escuchó las cuestiones planteadas por el grupo de vecinos sobre la remodelación, mientras que los políticos, técnicos municipales y miembros de la constructora aportaron los detalles requeridos.

Participación

El consistorio recordó el aval de la Comisión Europea al proyecto y el proceso participativo llevado a cabo, con la incorporación de 85 de las 112 propuestas planteadas y la implicación de 20 colectivos.

Marco repasó algunos impactos del proyecto, como la caída global de las emisiones de gases hasta en un 80% en ciertos tramos, la reducción de la presión del tráfico, la mayor facilidad para transitar a pie o en bicicleta, la creación de espacios seguros junto a los centros educativos y la ampliación de 4.500 metros cuadrados de la zona verde con la plantación de 300 árboles. H