La mala imagen ofrecida en sus dos últimos partidos contra el Sevilla Atlético a domicilio (2-0) y contra el San Fernando en Castalia (1-3), además de las dos derrotas en sí, han hecho saltar las alarmas en el entorno del CD Castellón. El equipo albinegro, que llegó a estar diez jornadas consecutivas sin perder entre septiembre y diciembre del año pasado, vive actualmente un momento más complicado. El plantel que dirige Sergi Escobar ha salido de los puestos de promoción de ascenso a Segunda A y, aunque sigue teniendo a tiro la zona noble (cuenta con los mismos puntos 35 puntos que el Alcoyano, que es quinto y marca el corte), las sensaciones que ha ofrecido en sus últimos partidos no han sido buenas.
De hecho, al plantel orellut se le ha visto lejos del nivel que de él se espera, mostrándose débil defensivamente, cometiendo errores de peso en cada partido --como son los tres goles encajados en propia puerta en los últimos tres partidos-- y falto de pegada arriba. Es más, en algunos momentos ha dado la sensación de que se había perdido el gen competitivo del que tanto habla el entrenador almassorí y, tratándose de un equipo que aspira a pelear por subir de categoría, no se puede permitir que el grupo pasara sin pena ni gloria por el Estadio Jesús Navas ante un equipo que pelea por eludir el descenso, ni que fuera ninguneado por un rival directo por el play-off como es el San Fernando.
El principal problema es que, cuando restan algo más de tres meses de competición en Primera RFEF, todos los equipos van estableciendo dónde quieren estar a la conclusión de la fase regular y es ahora cuando menos se puede fallar porque todos aprietan y cualquier contratiempo puede acabar costando muy caro.
En este sentido, y a sabiendas de que Escobar tiene a casi toda su plantilla a disposición (salvo a Campos, Koné y Esquerdo), es momento de replantearse la situación y tomar decisiones desde el banquillo en busca de una reacción que permita al equipo seguir arriba y hacerlo compitiendo.
Otros baches superados
En lo que va de temporada no es la primera vez en la que el Castellón se ve en una situación similar y, hasta el momento, todas las superó. Los albinegros sumaron un punto de nueve (como en la actual racha) entre la jornada 3 y 5 (derrotas ante el Linense y el Sanluqueño, y empate ante el Cornellà) y superaron el escollo sin perder en las siguientes diez jornadas.
Aquella racha que le llevó a ser considerado el mejor equipo del grupo 2 se truncó con tres derrotas (Andorra, Sabadell y Villarreal B) y un empate (Linares Deportivo) en las siguientes cuatro jornadas, para volver a recuperar la confianza perdida con sendos triunfos ante el Sanluqueño y el UCAM.
Este domingo, el Castellón juega a domicilio en Palamós contra el Costa Brava --rival de la zona baja-- y el siguiente viernes visita al Betis Deportivo, que también pelea por salir de la zona caliente de la clasificación. Dos choques como visitante que el conjunto de Escobar habrá de aprovechar para recuperar sensaciones y reencontrarse con la victoria antes de que sea demasiado tarde y los equipos que le andan pisando los talones le superen en la tabla.
De momento, el objetivo sigue cerca, pero hay que recuperarse y subsanar los errores cometidos para poder pelear contra todos.
