Sergi Escobar renovó como técnico del CD Castellón para la temporada 2022/23 el pasado mes de abril. Fue justo en la previa del encuentro contra el Nàstic de Tarragona, correspondiente a la jornada 31, cuando el equipo tenía opciones matemáticas de meterse en el play-off de ascenso a Segunda como estaba marcado inicialmente. Sin embargo, su continuidad al frente del conjunto albinegro en el nuevo proyecto en Primera RFEF no está asegurada en estos momentos.

La imagen ofrecida en la mayoría de encuentros de esta segunda vuelta, unida a los malos resultados cosechados por el equipo cuando más había en juego, han sembrado muchas dudas en el seno del club de la capital de la Plana. Y es que los números hablan por sí solos y Escobar habría perdido en las últimas semanas el crédito que se ganó cuando subió al equipo a Segunda B en el 2018 y cuando se hizo cargo la temporada pasada de un plantel que andaba dando tumbos por una exigente Segunda División, de la que finalmente descendió.

Cifras clarividentes

Tras cerrar la primera vuelta de la competición con 29 puntos en 19 jornadas y ostentar una quinta plaza que le daba uno de los billetes para la promoción de ascenso, en la segunda vuelta el Castellón ha dilapidado toda opción de pelear por regresar al fútbol profesional por deméritos propios. 

El cuadro albinegro, a falta de una jornada para echar el cierre a la competición regular, lleva apenas 21 puntos en 18 jornadas (sobre un total de 54 puntos), y en una hipotética clasificación de este segundo tramo de la liga en el grupo 2 ocuparía la 15º posición, con números incluso de descenso. Es más, ha sido en las últimas diez jornadas cuando el Castellón ha echado por tierra todo el trabajo realizado con anterioridad, sumando unos irrisorios seis puntos sobre un total de 30 y habiendo encajado 19 goles en contra en diez partidos: los de las derrotas ante el Linense (0-2), Andorra (1-0), Nàstic de Tarragona (3-0), Linares Deportivo (3-0), Atlético Baleares (2-0) y Barcelona B (5-0), y los empates sin goles cosechados frente al Alcoyano y Albacete. 

En ese tiempo, tan solo una victoria ante el Algeciras por 1-0 (gol de Pablo Hernández en el minuto 66) y, en la mayoría de esos encuentros, una imagen impropia para un equipo que partía como uno de los favoritos a pelear por recuperar la condición de Segunda un año después de haber bajado del grupo 2.

Con las polémicas arbitrales al margen --que también las ha habido--, el discurso del técnico almazorense no ha acabado de calar en el vestuario y los jugadores no han sido capaces de gestionar la presión ni los momentos de dificultad, y todo eso ha sembrado dudas en el entorno del club pero también en el propio club. Habrá que esperar a que acabe este sábado la temporada para ver si Escobar sigue o no en el Castellón.