Que algo ha cambiado en el CD Castellón desde la llegada de Bob Voulgaris el pasado verano es algo más que evidente. Más allá de los cambios que se han ido produciendo paulatinamente en la estructura del club, la nueva propiedad cuida al detalle al primer equipo, consciente de lo importante que sería para la entidad volver al fútbol profesional y abandonar una categoría interesante, pero deficitaria, como es la Primera Federación.
Así, además del desembolso económico que se realizó durante el pasado mercado de fichajes para confeccionar una plantilla de garantías y las mejoras que se están realizando en Castalia (nueva tienda oficial, cambio de algunos asientos, más limpieza...), los principales mimos van para el equipo de Rubén Torrecilla.
Desde el Castellón se ha acelerado en la adecuación de los campos de Marina d’Or a las necesidades del plantel, donde se están montando una serie de módulos de última generación que harán de vestuarios, sala de reuniones y oficinas para jugadores y cuerpo técnico. Además, esta temporada se está intentando que los jugadores estén lo más descansados posibles pese a los desplazamientos en autobús que se van a ir realizando durante toda la temporada y una de las principales novedades es que el técnico extremeño concentra a su plantilla el día de antes de los partidos, tanto cuando se juega en el feudo albinegro como cuando se hace lejos de la capital de la Plana, con independencia del número de kilómetros que haya entre las localidades.
Más descanso
El hecho de tener a los jugadores concentrados el día de antes de jugar permite una mayor recuperación y consigue que el grupo esté más cohesionado. Una unión que está siendo clave en el gran arranque de temporada que está protagonizando el conjunto orellut: segundo a dos puntos del líder Eldense , mejor local del grupo 2 y máximo goleador con 15 puntos, e invicto desde el pasado mes de agosto, cuando se perdió el primer encuentro de la liga 2022/23 ante el Barcelona Atlètic en el Johan Cruyff por 3-2.
En las concentraciones, además de hacer piña, el cuerpo técnico aprovecha para realizar el último visionado del rival de forma conjunta para que todos puedan aportar sus opiniones y los conceptos que Torrecilla quiere imponer queden claros. Y, además, por las mañanas se realizan ejercicios de activación guiados por el preparador físico Sergi López y otros de carácter más lúdico con el fin de evitar estrés y conseguir que el plantel tenga un rato de desconexión horas antes de saltar al césped a jugar su partido semanal.
Por el momento, este nuevo planteamiento está resultando muy positivo en el Castellón y los resultados están acompañando. Es, sin lugar a dudas, un paso más que da la nueva propiedad del club albinegro hacia la profesionalización. Voulgaris llegó con las ideas muy claras y, poco a poco, está implementando su forma de trabajar en la entidad.
