Las Cuarenta

Personajes al desnudo en el CD Castellón

Jordi Bruixola, junto a David Villa, en la presentación de su llegada al Benidorm como presidente

Jordi Bruixola, junto a David Villa, en la presentación de su llegada al Benidorm como presidente / MORELL

Pepe Beltrán

Pepe Beltrán

Mientras el primer equipo sigue desinflándose, perdido entre estadísticas ad hoc, sin saber aprovechar los tropiezos rivales y llorando cual cobarde Boabdil, la historia sigue desnudando aquellos personajes que han secado la ubre albinegra y que en su día merecieron lisonjas, honra y admiración de los turiferarios de las redes sociales por unos méritos que, en puridad, nos dejaron al borde de la sepultura: muertos en vida. 

Seguramente por eso quieren que pase desapercibido el nombramiento de Jordi Bruixola como nuevo presidente del Racing de Benidorm, el equipo de nuevo cuño fundado en 2017 que acaba de adquirir el máximo goleador en la historia de la selección española: David Villa. Cabe recordar que la empresa que ha colocado al ex todo del CDCastellón, que responde con el sugestivo nombre de DV7 Group, es la misma que representa a Juan Carlos Garrido, el nefasto entrenador que nos impuso Bruixola por encima de la opinión del entonces presidente, Vicente Montesinos, y del departamento técnico con Ángel Dealbert a la cabeza, quien tenía apalabrado a José Luis Oltra, un ídolo de la afición que había conseguido unanimidad sobre su fichaje dado su carisma y currículo. Pero llegó Garrido, deshizo el vestuario y nos bajó de categoría, sin que nadie del club alzara la voz contra el superdirector general, mientras quienes lo criticamos éramos proscritos y acusados de delitos de lesa patria. Nada nuevo bajo la torre Maratón.

Y nada ha cambiado todavía, aunque tampoco sean pocos los que cobran ahora los favores prestados en la Fundación y se persiga más a los denunciantes que a los sinvergüenzas. No hay día sin que aparezca una factura imprevista, un finiquito excesivo o un alquiler innecesario. Todos van colocándose a medida que se vacía la ya de por sí esquilmada caja. Y siendo grave el legado recibido, más me lo parece el silencio de Pitch32, ignorante o cómplice, que nunca se sabe qué es peor. Porque una cosa es no querer hacer ruido o lavar en casa los trapos sucios, y otro bien distinto permitir, ergo colaborar, en la engañifa.

Porque, se pongan como se pongan Richard Bentley, Dave Reddin y Robin Taylor, que son quienes asesoran a Bob Voulgaris y se les supone responsables de lo bueno y de lo malo, no parece de recibo que hayan pasado ocho meses largos sin que se hayan pronunciado sobre las causas judiciales pendientes, y que sean los accionistas minoritarios quienes tengan que trabajar a destajo, luchar por lavar la ignominia, defender los intereses del club y hasta poner dinero en un proceso eterno. Paradojas de la vida, probablemente gracias a esa estudiada desidia que se remonta a David Cruz, prolongó Montesinos y todavía mantiene Voulgaris, empieza a verse la luz al final del túnel para desespero de quienes han puesto todas las trabas posibles.

 En esa línea valoro el embargo ordenado por el Juzgado de Instrucción número dos contra las acciones de Promociones Inmobiliarias Peña Salada y de Alce Producciones, las dos sociedades con las que José Manuel García Osuna pretendía comprar el CD Badajoz, después de haber realizado el primero de cinco pagos de 300.000 euros. Cabe recordar por enésima vez que el fiscal Juan Diego Montañés ha solicitado hasta 10 años de cárcel contra el susodicho, amén de otros 27 para Antonio Blasco y condenas no menos importantes para Jesús Jiménez, Álvaro Rodríguez-Hessles, Miguel Ángel Ludeña y otros seis cargos más hasta sumar ¡¡once imputados!! por apropiación indebida, falsedad en documento público, administración desleal y otros delitos societarios, en una demanda que se remonta al 26 de julio de 2012. Casi once años en los que Sentimiento Albinegro ha estado solo ante el peligro. Bueno sería saber ya la opinión de Voulgaris antes de que la inminente apertura de juicio oral lo deje también desnudo y a la intemperie.