La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) ha planteado medidas para reducir la factura energética tras constatar un "aumento desbocado de los costes de la energía", hasta un 61 %, que están "restando competitividad a la industria" y "comprometiendo la viabilidad tanto de las empresas como de cientos de puestos de trabajo".

Según han informado fuentes de ASCER, la industria ha visto como el precio medio de la electricidad en 2021 se ha incrementado el 100 % comparado con el precio medio de 2020, mientras que el gas ha registrado "un aumento del precio medio en 2021 de un 50 % respecto al de 2020".

Estas subidas en las facturas de gas y electricidad se traducen, según la patronal azulejera, "en un incremento de la factura energética global del sector del 61 % y se estima un impacto de más de 300 millones de euros". Además, agregan, "el precio del CO2 no ha dejado de subir pasando de 33,69 euros a principios de año a 62,45 euros la primera semana de septiembre".

Para ASCER esta situación "golpea directamente en la economía doméstica y en la competitividad de las empresas, que ven como sus márgenes se reducen a diario fruto del encarecimiento de elementos esenciales para su producción como la luz, el gas o las materias primas".

Los incrementos del gas y el CO2, según indican, "están catapultando los precios de la tierra atomizada, materia prima fundamental para la producción cerámica, lo que conduce a ahondar la pérdida de competitividad y pone en riesgo la supervivencia del sector con la consecuente pérdida de puestos de trabajo".

"En este contexto, tanto empresas como ciudadanos miramos al Gobierno con la esperanza de encontrar soluciones a una situación que amenaza con dinamitar las economías domésticas y la competitividad de las empresas, sin embargo, percibimos que tanto Gobierno como oposición están más enfocados en hacer política que en buscar soluciones de calado", han señalado desde la patronal.

Para Vicente Nomdedeu, presidente de ASCER, "la propuesta del gobierno de reconducir los "windfall profits" (ganancia inesperada) de determinadas centrales y de eliminar parte de los beneficios de las eléctricas, no son una solución, son un parche".

La patronal propone dos medidas para reducir los costes eléctricos: la primera es eliminar el sistema marginalista de precios del pool eléctrico por un sistema ponderado. De esta forma cada energía se contabilizaría en función de su precio y la cantidad de MW aportados al pool. Así una energía cara no afectaría al precio de las demás y no habría "windfall profits" que retirar.

En cuanto al gas, ASCER reclama "una intervención en la parte regulada internamente" así como una reducción del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), "garantizando así un tratamiento justo y equilibrado respecto del otorgado a la electricidad".

Del mismo modo la patronal aboga por promover la inversión en energías renovables "para reducir la exposición a los mercados internacionales" y otras medidas ya trasladas a la ministra Ribera, como que España "se posicione de forma firme en la UE frente a la presencia de los actores especuladores en el mercado de derechos de emisión".

"No se puede lograr reducir el precio de la factura de la luz aumentando el precio del gas o de los combustibles como plantea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico", han recalcado.