La desastrosa campaña de tomata de penjar que se avecina puede suponer pérdidas para los productores que superan los 1,5 millones de euros, sin tener en cuenta ningún beneficio. Así lo pronosticaron desde Fepac-Asaja y desde la Asociación de Productores y Comercializadores de tomate. Ambos calculan que el gasto por hectárea es de 18.000 euros, y el total de afectadas en Alcalà de Xivert, Torreblanca y la Ribera de Cabanes, según los primeras predicciones, está entre las 80 y 90 hectáreas.

Por ello, una de las principales reivindicaciones de los cerca de 150 productores con cultivos infectados, es que la Generalitat les conceda ayudas económicas para poder afrontar esta crisis agrícola. Unas subvenciones que reclamarán en una nueva reunión prevista para hoy en la Conselleria de Agricultura.

En este punto, hay que tener muy en cuenta que, a pesar de que hay varios almacenes, el cultivo mayoritario de este tomate lo llevan a cabo horticultores como una dedicación exclusiva y para los que perder la cosecha de este año supone un desequilibrio importante en su economía.

AFECTADOS INDIRECTOS Asimismo, no hay que olvidar que la tomata de penjar requiere de un proceso muy artesano que implica a muchos vecinos de la localidad. Este es el caso de los collidors y de las penjadores, que ven cómo su jornada laboral se está reduciendo a marchas forzadas en las últimas semanas. No en vano, desde la Fepac-Asaja, cifran en "unas 1.000 personas", las afectadas directa e indirectamente por este nuevo virus que puede acabar con el que se presumía el producto estrella de este municipio. No en vano, está en trámites en la Conselleria de Agricultura su marca de calidad, que es la distinción que precede a la futura denominación de origen que reclaman los agricultores.