Alta tensión por la muy alta tensión (MAT) en Castellón. Pocos proyectos han suscitado tanto revuelo y tanta oposición en lo que va de siglo en la provincia, tanto por su envergadura como por las claras implicaciones ecológicas y paisajísticas que acarrea, como la MAT Morella-la Plana. Una autopista eléctrica diseñada por Red Eléctrica Española (REE) que cruzará de norte a sur la provincia para enlazar la subestación que hay en la capital de Els Ports con la que está situada en Almassora.

En total, el trazado, de doble línea y con un nivel de tensión de 400 kilovoltios (kv) en cada sentido, tendrá un recorrido que alcanzará los 86,7 kilómetros y sus cables pasarán por encima de 16 términos municipales: Almassora, Castelló, Borriol, Sant Joan de Moró, Vilafamés, Vall d’Alba, les Useres, Culla, Atzeneta, la Torre d’en Besora, Benassal, Vilafranca, Ares, Castellfort, Cinctorres y Morella.

Los 16 municipios por los que cruzará la MAT en Castellón.

Los 16 municipios por los que cruzará la MAT en Castellón.

Más de 15 de largos trámites burocráticos

Anunciado en un ya lejano año 2005, el macroproyecto energético llevaba década y media enfrascado en solventar un sinfín de trámites burocráticos, hasta que ha vuelto a entrar de lleno en la agenda pública tras haber pasado uno de los principales escollos que debía superar si la MAT quería ser una realidad en la provincia.

Se trata de la declaración de impacto ambiental, informe que trascendió a principios de marzo después de aparecer publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), cuya consecución permite a la empresa coger más impulso que nunca para hacer realidad esta controvertida iniciativa, para la que REE amplía la inversión hasta los 60 millones, de los 44 previstos en un inicio.

Comparativa de altura entre las torres proyectadas en la MAT y el Fadrí de Castelló.

Comparativa de altura entre las torres proyectadas en la MAT y el Fadrí de Castelló.

El trazado, del que la empresa estudió en un principio poder soterrar algún tramo, contempla la instalación de 186 torres eléctricas, que tendrán una altura de entre 42 y 46 metros. Es decir, solo unos 15 menos que el Fadrí de Castelló (mide 58), lo que permite hacerse una idea del tamaño que tendrán los gigantes de hierro que colonizarán en unos años la provincia.

Polémica y movilizaciones

Pese a los numerosos cambios que ha tenido el recorrido durante todo este tiempo, especialmente tras el alud de alegaciones que recibió tras salir a exposición pública, con el objetivo de alejar las torres de las viviendas separadas del núcleo urbano --algo complicado cuando se trata de masías diseminadas-- y no perjudicar a entornos arqueológicos o enclaves con valor ambiental, la MAT siempre ha estado rodeada de polémica y ha contado con el rechazo de consistorios, plataformas, asociaciones y vecinos.

Uno de los ayuntamientos más beligerantes contra esta línea de muy alta tensión ha sido Sant Joan de Moró, que lleva años haciendo público su rechazo a esta infraestructura --llegó a organizar actos dentro de eventos culturales-- que pone en jaque ahora más que nunca a la provincia.

De igual forma, en la arena política, las discrepancias en torno a esta iniciativa que pretende revolucionar el sector energético han estado a la orden del día a lo largo de estos años. Uno de los partidos más radicales al respecto ha sido Compromís, que recientemente instó al Gobierno a paralizar los avances del proyecto y abrir un nuevo periodo de alegaciones.