Los vecinos de la playa de Almassora amenazan con tomar acciones legales contra el ruido que emiten por las noches las empresas ubicadas en el polígono petroquímico del Serrallo.

Para demostrar las "abusivas" emisiones sonoras que desprenden estas compañías, han puesto en marcha un estudio basado en las mediciones que realiza con un sonómetro un integrante de la asociación, Xose Pereira, todas las madrugadas desde su vivienda de Om Blanc, con el objetivo de calcular el nivel de decibelios.

"Y los resultados son que la mayor parte de las veces se supera el límite permitido, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa en 40-45, cuando aquí hay picos que llegan a los 60", advierte el presidente del colectivo, Iago Alvariño, que adelanta que "pronto presentarán el escrito con las mediciones a las diferentes administraciones reclamando soluciones".

El objetivo que buscan es que la Administración instale un medidor "diario y continuo" en el polígono para corroborar que están por encima del máximo legal, como defienden los residentes, y así que tomen acciones para acabar con el "zumbido permanente" que sufren, aunque reconoce que, por desgracia, ya están acostumbrados.

"Solo queremos convivir con el polígono del Serrallo, que las empresas cumplan la normativa y no superen el máximo de decibelios permitidos, no pedimos más"

Iago Alvariño - Presidente de la asociación de vecinos de la playa de Almassora

Un problema que se acentúa sobre todo en verano, cuando dejan por las noches las ventanas abiertas, lo que aumenta las molestias y el insomnio. "Si yo tuviera una discoteca y me pasara con el ruido por las noches, ¿qué me pediría la Administración? ¿Que los vecinos instalasen mejores ventanas o que rebajara mi nivel de decibelios? Pues esto es igual, pero con empresas de un polígono", explica el dirigente vecinal.

Alvariño critica que están en un "limbo" (viven en Almassora, pero el polígono es de Castelló) y cree que las administraciones (Ayuntamiento de Almassora y Conselleria) "se pasan entre unos y otros la pelota". "Al igual que a nosotros, como vecinos, nos piden que cumplamos las normas, las empresas también deben cumplirlas. Solo queremos convivir con el Serrallo, que cumplan la normativa y no superen el máximo de decibelios permitidos, no pedimos más", añade.

Reunión con Conselleria antes de la pandemia

Antes de la pandemia, los vecinos de la playa se reunieron con representantes de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica, que se comprometieron a que agentes de la Policía Autonómica harían rondas nocturnas esporádicas para comprobar el nivel del ruido en el polígono y, en caso de sobrepasar los niveles, instalar ya un sonómetro fijo que hiciera mediciones continuas. "La Conselleria nos dijo que haría mediciones y, de momento, seguimos esperando, nada de nada. Si después resulta que los decibelios son los correctos y nosotros estamos equivocados, lo asumiremos, pero que las hagan", apunta.

A la espera de que la pantalla verde sea una realidad ("si se hace bien puede ser una solución, pero se tiene que hacer una bien", recalca), la asociación de vecinos ha contratado los servicios técnicos de un bufete de abogados para que les asesore en el proceso y se pone una fecha en el horizonte: si durante lo que queda de año no se produce ningún avance ni progreso en el tema, advierten de que en el 2022 pretenden llevar el problema del ruido a los tribunales.