La plaga de garrapatas no se concentra solo en Vilanova d’Alcolea, pues se extiende a municipios limítrofes a su término municipal. Es el caso de Torreblanca, donde en el 2018 ‘Mediterráneo’ ya informó sobre el exceso de estos arácnidos y un agricultor, Manuel A., era tajante sobre el problema: «Huelen la sangre, es algo brutal. Antes solo iban por el suelo y, ahora, suben por los árboles. Parecemos Egipto y sus plagas. Entre estos parásitos, los mosquitos, los conejos y los jabalís... Hay que hacer algo para atajarlo y no esperar a que alguien coja una enfermedad grave».

Tres años después, reafirma sus manifestaciones y advierte de que «este 2021 hay incluso más garrapatas, y no solo en los campos de cultivo y zonas rurales, porque también es fácil encontrarse con estos bichos cerca del casco urbano». 

El agricultor de Torreblanca cree que la superpoblación de conejos y jabalís es uno de los factores que explican la elevada presencia de los ácaros.

Son muchos, sobre todo trabajadores del campo, los que han tenido reacciones alérgicas. Los expertos insisten en que si existen síntomas de constipado se debe acudir rápido al centro sanitario por si fuera algo grave. Se trata de un arácnido tradicionalmente ligado a los animales, sobre todo a los perros, pero cuya picadura en humanos puede tener consecuencias importantes para la salud.

En este sentido, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) viene advirtiendo hace meses del aumento de las garrapatas en el campo y zonas verdes y ha recordado que su picadura puede transmitir enfermedades muy graves como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tiene una mortalidad del 30% si no se aplica tratamiento.