Corren vientos de esperanza para el popular economato de l’Alcora, que días atrás cerró sus puertas por jubilación de las tres mujeres que lo gestionaban. Y es que el mismo día en que el periódico Mediterráneo se hizo eco de su inminente clausura, hubo gente interesada en asumir su gestión. De momento, cuentan con una persona a la que se lo han apalabrado, aunque todavía no han firmado contrato alguno. Con todo, tienen alguien más en lista, "por si falla la primera".

La encargada de la tienda, Pilar Marimón, explica que "si el primero tarda en firmar un acuerdo, llamaremos a los demás interesados, ya que en un mes y medio, si no logran un acuerdo, vence la licencia y de suceder ello se obligaría por ley a los nuevos encargados a realizar obras, lo que encarecería el traspaso de la Cooperativa de Consumo-Subgrupo de la Industria Azulejera de Alcora, popularmente conocida como el economato y haría más difícil su supervivencia.

Las tres anteriores encargadas han cerrado la persiana, al menos de momento, el popular economato de l'Alcora. JAVIER NOMDEDEU

El establecimiento abrió el 11 de noviembre de 1943, cuando quedó inscrita en el Registro Oficial de Cooperativas y formó parte de Unión Nacional de Cooperativas de Consumo. Su funcionamiento era similar a otros de características parecidas y vinculados a sectores económicos diversos. En este caso, daba servicio a sus afiliados de la cerámica, a quienes se ofrecían precios especiales para tratar de ayudar a las familias en la posguerra. Su primera ubicación fue haciendo esquina en la céntrica plaza Loreto, ahora llamada plaza España. Posteriormente se trasladó a la calle la Vall, dentro ya del casco antiguo y en los últimos 25 años ha prestado servicio en la calle Calvario.

Imagen de mitad del siglo pasado, durante la celebración del 'bou per la vila' y con la barrera colocada en la misma puerta del popular economato de l'Alcora. JAVIER NOMDEDEU

Como explica su encargada, Pilar Marimón, el motivo del cierre no es otro que la edad de jubilación que les llega a las tres mujeres que trabajan en la tienda. Solo evitaría su desaparición que alguien mostrara interés por continuar la actividad.  Y es que Pilar lleva la entrañable tienda junto a Amparo Martí y Carmen Capdevila. «Tenemos una clientela muy fiel y arraigada», afirman. La junta de la cooperativa ya se disolvió tiempo atrás, de forma que en los últimos años el economato funciona como una tienda de barrio.

Apoyo de instituciones

Además, el establecimiento cuenta con la confianza de Cáritas y del Ayuntamiento a la hora de comprar los productos necesarios para distribuirlos a las familias necesitadas, coordinado a través de los Servicios Sociales.

Pilar deja aflorar sus sentimientos cuando asegura que «es mucha la clientela que está disgustada por esta clausura, y más tratándose de un comercio o pequeño supermercado muy céntrico y que ha marcado época».

Y añade que si alguna persona emprendedora está interesada y quiere mantener abiertas las puertas de la tienda-cooperativa, puede llamar al teléfono de Pilar (608 70 43 29).