El Periódico Mediterráneo

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ACCIDENTE MORTAL

Consternación en el mundo del 'bou' por la muerte del ganadero Guillermo Centelles

Perdió la vida tras ser corneado por uno de sus toros en la finca Corral de l'Esquerrer de Catí

La muerte de Guillermo Centelles en su propia finca ha provocado una gran consternación entre el mundo taurino. JORGE CASALS

El ganadero castellonense Guillermo Centelles falleció ayer en su finca Corral de l’Esquerrer de Catí como consecuencia de la grave cornada que le infligió en la pierna uno de sus toros, con afección a importantes vasos sanguíneos que hicieron irreversible el fatal desenlace, que ha consternado al mundo del toro de la Comunitat.

Cuando se notificó el trágico suceso, los servicios de emergencias trasladaron de inmediato hasta la parcela un helicóptero medicalizado y una SAMU, aunque los sanitarios solo pudieron certificar su muerte, un hecho que en cuanto trascendió, generó una verdadera ola de reacciones y muestras de respeto del mundo de los bous al carrer de toda la provincia.

Centelles, de 68 años, según quienes lo conocían, transmitió su pasión y su buen hacer a su hijo Sergio, logrando que sus toros se distingan por su fama en los recintos de Castellón y Teruel. Prueba de ello fue la exhibición de nobleza y bravura que protagonizaron en la Fira de la Magdalena del 2019, en un concurso de recortadores que supuso el debut de la ganadería en el coso de la Pérez Galdós.

Fruto de un legado taurino que inauguró Francisco Badal, el Tio Badal--padre de Dolores y abuelo de Sergio--, sus reses se exhiben en plazas y calles de la mayoría de poblaciones de la Comunitat.

Guillermo Centelles junto a su esposa, Dolores Badal, que heredó la ganadería de su padre, el 'Tío Badal', pionero taurino en Castellón. MEDITERRÁNEO

Una tradición casi ineludible son sus concursos de recortadores en Els Ports y el Alt Maestrat. Municipios como Benassal, Morella, Vilafranca o Catí cuentan habitualmente con toros de Centelles. Pero también son míticas algunas de sus participaciones en fiestas de Onda, el Grau, l’Alcora o Almassora, entre otras muchas localidades.

Ese prestigio y su personalidad afable, muy amigo de sus amigos, provocaron que la noticia de su deceso se difundiera con rapidez entre los aficionados a la tauromaquia, desde donde llegaron numerosas muestras de condolencia.

El riesgo, cuando se trabaja con animales como los toros, nunca desaparece. Recientemente otro ganadero de la provincia, Miguel Parejo, sufrió un grave percance con sus propias reses.

«Era mi familia»

Al torero castellonense Jonathan Varea, el fatal accidente que le ha costado la vida a Guillermo Centelles lo pilló ayer de viaje y la consternación por lo sucedido «me ha dejado helado», aseguró.

Guillermo Centelles, primero por la izquierda, junto al torero de Castellón Jonathan Varea. MEDITERRÁNEO

«Era parte de mi familia. Él, su mujer y su hijo me han ayudado cuando más falta me ha hecho», señaló muy afectado Varea que poco después del suceso, todavía en shock, reconoció no dar crédito al terrible desenlace.

Desde la obligada distancia, quiso hacer llegar «un fuerte abrazo a la familia, saben que les acompaño en el sentimiento» a pesar de no poder estar a su lado.

«Un ganadero prestigioso»

Entre los primeros personajes públicos en reaccionar a la noticia de la trágica muerte de Centelles estuvo ayer el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel.

Buen aficionado taurino, como bien es sabido, y gran conocedor y defensor del mundo del toro, en especial de los bous al carrer, conocía personalmente al ganadero del Alt Maestrat, sobre el que ayer afirmó que «he recibido la triste noticia de la pérdida de Centelles, todo un referente. Un ganadero prestigioso, querido y muy respetado. Estoy profundamente triste», resumió en pocas palabras, al tiempo que quiso hacer llegar «a toda la familia del toro, a todos los aficionados, a todas las peñas, mi más sincero pésame, así como el cariño y los recuerdos más sinceros».

De su mano, la familia recibió así el respeto institucional.

«La conmoción es general»

«Guillermo Centelles ha sido un institución autonómica. Dedicado a su pasión, su trabajo por el toro resultó fundamental para las ganaderías de bravo de Castellón», señalaba ayer el presidente de la Federació de Penyes de Bous al Carrer de la Comunitat, Vicent Nogueroles, quien no dudó en resaltar que «la noticia del deceso ha corrido como la pólvora entre los aficionados, quienes han quedado conmocionados por la pérdida».

Desde la Federación, las agrupaciones de todo el territorio autonómico se sumaron a las muestras de afecto: «Enviamos nuestro apoyo y cariño para la familia Centelles y amigos».

Nogueroles quiso hacer referencia a su legado. «Su buen hacer, ahora transmitido a su hijo Sergio --que lidera con tino la ganadería--, ha servido para que sus toros sean sinónimo de éxito en las calles de la Comunitat».

Para la afición «será difícil olvidar su emblemático papel».

«Todo el mundo lo admiraba»

El ganadero Manolo Beltrán, quien anunció que dejaba el oficio el pasado mes de agosto después de 40 años dedicado a las reses bravas, ha sentido la pérdida de Guillermo Centelles como amigo y como familiar, pues es primo de su viuda. Al hablar de él, ayer no podía evitar referirse a que la familia que formaba con su mujer Dolores y su hijo Sergio «es admirable, porque son muy buena gente», aseguraba.

Recordó que la ganadera era Dolores --hija del conocido Tio Badal--, la que pasó el legado a su hijo Sergio, «que la ha multiplicado por diez», siempre apoyado por ella y por su padre que, como sucedió ayer, echaba una mano en lo que podía porque tenía mucha afición, aunque siempre en segunda fila «para dar el protagonismo a Sergio».

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