La controversia por el proyecto de la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural en el Desert de les Palmes para prevenir incendios con burros dio este viernes un giro inesperado. El dueño de los animales, Juan Lebrián, apunta a un sabotaje que llevó a la muerte de 10 de sus ejemplares y la desaparición de varios de la manada.
Hasta el momento, había trascendido que algunos asnos aparecieron desnutridos fuera de la zona acotada permitida por el parque natural, como el caso del hallado en el entorno de la ermita de les Santes de Cabanes, como avanzó en exclusiva Mediterráneo el pasado lunes, lo que destapó la decisión de la Conselleria de suspender la iniciativa por no haber dado los resultados esperados.
Inspección de los veterinarios
El grupo ecologista Gecen denunció las muertes, que fueron al menos 10. Los supervivientes ya están en la finca de Lebrián, en el Grau de Castelló, y este viernes fueron sometidos a una inspección por los técnicos del departamento autonómico. Fuentes de este gabinete detallan que «han tomado muestras de sangre para ver si hay algo raro --como un posible envenenamiento-- en su organismo» y destacan la visita como una de las acciones de la Conselleria para aclarar qué ha pasado.
Hay burros con mordeduras
"Iba todos los días a verlos y muchas veces me encontraba las cercas cortadas, incluso llegaron a robarme cuatro cencerros de los que llevaban los burros"
El ganadero comparte con este periódico una sospecha, que señala que ya investiga la Guardia Civil de Cabanes, el Seprona y la Generalitat: «Iba todos los días a verlos y muchas veces me encontraba las cercas cortadas, incluso llegaron a robarme cuatro cencerros de los que llevaban los burros».
El asunto iría más allá, pues Lebrián dice que «a otro propietario de la zona, hará cosa de un mes, le pusieron un papel en la puerta que decía que o les quitaban los cencerros a los burros o los matarían». Asimismo, detalla que hay asnos que tienen mordeduras, que podrían ser de jabalís o perros.
En marcha el expediente informativo
Por su parte, el director general de Medio Ambiente, Benjamín Pérez, reiteró, una vez más, que han «abierto un expediente informativo para saber con detalle qué ha ocurrido». E insistió: «La experiencia se inició en agosto y no habíamos tenido información oficial ni no oficial respecto al estado de los animales. En cuanto lo supimos, paralizamos el proyecto y ordenamos el traslado».