Las medidas para frenar el avance del coronavirus afectaron al popular mercado de los martes de Burriana que tuvo que reubicarse, en primer lugar, al solar de la antigua Joya, y semanas más tarde, a los alrededores de la avenida Londres. Con la llegada de la relajación de las normas los vendedores negocian con el Ayuntamiento el regreso del recinto al centro del municipio, una ubicación que les resulta mucho más atractiva. Sin embargo, las condiciones que ha sugerido el consistorio no ha gustado nada al sector ya que proponen eliminar sitios de venta alegando motivos de seguridad.
Uno de los delegados de la parte de textil explicó al Mediterráneo que ha habido varias propuestas sobre la mesa como mantener los dos puntos para alternar la presencia de ropa y verdura o eliminar algunos puestos en las zonas más conflictivas. Aduce que «esta es una guerra de hace años y no es justo que con la excusa del covid quieran imponer su criterio». Lo cierto es que durante la pandemia son muchos los vecinos, en especial la gente mayor, que han fallado a su compra semanal por estar más lejos del casco urbano, una cuestión que ha derivado en menor facturación.
Soluciones
Los vendedores quieren volver al barrio de la Merced todos juntos y a toda costa. Para ello, proponen recortar las paradas a 6 metros y, de este modo, ganar espacio de cara a la posible necesidad de que circule una ambulancia o camión de bomberos ya que esta es la problemática que más preocupa al Ayuntamiento. Inciden en que «nosotros estamos a favor de la seguridad, pero lo que no vamos a hacer es claudicar a la primera». También estarían dispuestos a realizar simulacros para comprobar que podría funcionar en caso de emergencia. Esperan poder acercar posturas a lo largo de próximas reuniones.
Los comerciantes del Mercat Municipal se muestran totalmente favorables de la vuelta del mercado de los martes hasta el barrio de la Mercé. Así se lo han hecho llegar a los propietarios de los puestos ambulantes en diversas ocasiones ya que el traslado a las afueras ha conllevado un notable descenso de las ventas. Tal y como recogió este periódico en el mes de junio, los vendedores de la popular infraestructura comercial han notado el descenso de hasta un 40% en su actividad si lo comparan con los datos previos a la pandemia.
Esperan que las negociaciones con el Ayuntamiento lleguen a buen puerto y recuperar así un efectivo revulsivo para todo el entorno. Alegan que la vuelta a la normalidad no solo supone un beneficio para ellos, sino que también potencia a las tiendas de la calle la Tanda y a todos los establecimientos hosteleros de la zona. Insisten en que también es necesario facilitar el acceso a los más de 70 puestos vacíos con los que cuenta actualmente el recinto municipal para mantener vivo el corazón del epicentro comercial de la ciudad
