A lo largo de los últimos años han sido muchas las congregaciones religiosas que, de forma paulatina, han abandonadoBurriana. El motivo principal es la falta de relevo generacional causado por la escasez de vocaciones que deriva en el consecuente cierre de conventos.
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Ahora, la parroquia Nuestra Señora de la Merced será la encargada de dar una nueva vida a la que fuera casa de las Esclavas que, tras cinco años cerrada, volverá a retomar el servicio de adoración al Santísimo que realizaban las monjas con la reapertura de la capilla.
Al conocer la noticia, la feligresía se ha volcado en colaborar con la puesta a punto del templo, ubicado en el patio del inmueble sito en la calle la Carrera. Llevan más de una semana afanados en la limpieza y adecuación del recinto para posibilitar el inicio de esta actividad religiosa, muy querida por los fieles, lo antes posible. Precisamente, esta alta estima y la importancia que le otorga la Iglesia Católica a la exposición de la Sagrada Forma es lo que ha motivado la cesión del enclave por parte del obispado de Segorbe-Castellón.
La misa de inauguración, el martes
Según explican fuentes parroquiales, aún quedan algunas tareas por realizar, como la revisión de la iluminación, altavoces y otras labores que esperan ultimas en pocos días. De este modo, la misa de inauguración tendrá lugar el próximo martes, 25 de enero, coincidiendo con la festividad de la Conversión de San Pablo, si todo va según lo previsto.
A partir de entonces, diversos grupos de oración serán los encargados de mantener abierto el templo, de 9.00 a 21.00 horas, al que se podrá acceder a través de la puerta secundaria del convento. El futuro del resto del edificio, de más de 800 m² divididos en cuatro plantas y construido a mediados de los años 60, será para albergar las diferentes actividades pastorales de la parroquia.
No obstante, antes habrá que actualizar las estancias para adecuarlas a su nueva finalidad y que los muros, dormidos desde el 2017 por el adiós de las religiosas, vuelvan a despertar.