La Vall d’Uixó era territorio bélico. Un día se produjo un importante incendio y alguien perdió un tesoro familiar. Posiblemente, sus propietarios no podían ni imaginar que tiempo después alguien encontraría esas valiosas pertenencias, entre otras razones porque el fuego se produjo en el siglo III antes de Cristo, hace cerca de 2.300 años, en el transcurso de la segunda guerra púnica y el hallazgo ha tenido lugar en pleno siglo XXI.
Ese tesoro está entre los descubrimientos que un equipo de arqueólogas realizó durante el 2021, en el transcurso de la más reciente campaña de excavaciones del poblado ibero de Sant Josep. Al tratarse del hallazgo más relevante, el Ayuntamiento organizó este jueves una presentación oficial en el Auditori, un entorno con el que quisieron ofrecer más relevancia al anuncio.
Riqueza histórica
El mencionado tesoro está compuesto por dos parejas de pendientes de oro con forma de aro, un colgante ovalado --también de oro-- con un pasador circular cerrado y seis monedas de plata, cinco que coinciden con las emisiones de la ceca d’Arse (Sagunto), en concreto son un dracma y cuatro hemióbolos. La sexta moneda es un divisor de plata «con una localización incierta».
Los expertos no tienen duda. El resultado de la investigación es de un indiscutible valor histórico, de ahí que el Ayuntamiento haya querido dar entidad por sí mismos a estos objetos, que ayer se mostraron con detalle. El trabajo arqueológico realizado en el poblado, que no deja de aportar información muy relevante, ha determinado que, como ya se ha dicho, a finales del siglo III a C., este enclave «quedó destruido a causa de un gran incendio».
Una muralla y una torre
Más exactamente, se refieren a la zona que se encontraba cercada por una muralla, en cuya parte exterior había una gran torre. El lugar investigado los últimos años se corresponde con una calle situada intramuros, que daba acceso a dos casas y a la mencionada torre, la parte que se vio destruida por el fuego.
Este tipo de resultados suponen para el consistorio un refuerzo a su convicción de que hay que seguir trabajando en el estudio de uno de los orígenes de la población que, gracias a su puesta en valor, se está convirtiendo en un recurso turístico más, complementario a la visita a les Coves de Sant Josep, aunque tiene interés por sí mismo.
A finales de septiembre, la alcaldesa, Tania Baños, ya anunció que aspiran a obtener fondos europeos para continuar con las excavaciones y el presupuesto municipal del 2022 incluye una partida de 15.000 euros.