El Ayuntamiento de Burriana da luz verde a la licitación de las obras necesarias para construir la pasarela fija del Clot de la Mare de Déu, una infraestructura que pondrá fin a la precaria conexión actual de tierra compactada y que se rompe con cada temporal. Los trabajos consistirán en crear un acceso de hormigón entre los dos lados del cauce con una inversión de algo más de 470.000 euros cofinanciados con los planes Feder.

Tras más de dos años de gestiones del consistorio para obtener las autorizaciones pertinentes y cuatro décadas de las primeras reivindicaciones de los vecinos de les Terrasses, principales afectados al quedarse aislados con cada rotura, se acerca el principio del fin de esta problemática. El proyecto sitúa la nueva pasarela desplazada hacia el interior del río Anna, modificando así unos seis metros su ubicación hacia la servidumbre de protección y, por consiguiente, fuera del dominio público marítimo-terrestre.

"Las obras deberán extremar, en todo momento, las precauciones para minimizar el impacto producido en el entorno"

Maria Josep Safont - Alcaldesa de Burriana

La alcaldesa, Maria Josep Safont, destacó que las labores «deberán extremar, en todo momento, las precauciones para minimizar el impacto producido en el entorno». Y precisó que la nueva ubicación solo va a suponer la pérdida de la especie vegetal Arundo Donax, conocida como caña americana, cuya retirada es recomendada para la mejora del resto de vegetación del paraje natural.

De hecho, hay una actuación prevista para continuar con la retirada de esta especie invasora y restaurar la zona con árboles y plantas más favorables al entorno.

Mejora ambiental

Además del salto de calidad que supondrá contar con un puente más robusto, otro de los objetivos del plan es la mejora ambiental del Clot. Actualmente, la pasarela funciona a modo de presa, por lo que la crecida del río irrumpe con fuerza inundando las zonas urbanas aledañas en periodos de fuertes lluvias. La estructura proyectada será rebasable, es decir, cuando aumente el caudal el agua circulará por arriba, pero en periodos de sequía, las compuertas abatibles regularán el nivel, contribuyendo en gran medida al mantenimiento del frágil ecosistema del lugar.

En los últimos años, los episodios de lluvias torrenciales han aumentado en periodicidad y, con ello, el número de veces que la reparación del acceso ha salido de las arcas municipales. La presente actuación está concebida para que tenga una vida útil de 50 años y una alta probabilidad para resistir grandes inundaciones.

Contando con el proceso de elección de la empresa ejecutora de los trabajos, las primeras máquinas aparecerán en la zona a partir del verano y la obra tendrá una duración de 8 meses. Durante este tiempo, la conexión peatonal estará abierta a los usuarios.