Un negocio de la calle Los Dolores de Benicàssim denuncia sufrir perjuicios por el caso del edificio okupado en esta zona del centro urbano de Benicàssim desde principios de año, que destapó Mediterráneo. «Nos está afectando a nivel profesional con el tema de la electricidad», denuncia Carlos Pallarés, de la panadería Homo Panís.
«Cuando se dieron cuenta de que los pisos estaban okupados, el banco puso denuncia y les cortaron la luz. Para suministrarnos de forma temporal, nos pusieron una línea de socorro, ya que la luz que llegaba a esa finca estaba conectada con la nuestra», señala.
El responsable del local apunta que «desde entonces, el horno y maquinaria no funciona bien». «Al principio nos decían desde la compañía que no tiene nada que ver con este cambio, pero al final, tras varias revisiones, nos han confirmado que sí», añade.
Y es que el conflicto de los okupas, según declaran desde esta panadería, no solo está afectando negativamente a los vecinos del barrio o los dueños de las propiedades, «también lo hace a establecimientos como el nuestro, que resultamos perjudicados a nivel profesional».
"Esperamos que desde la compañía eléctrica nos ofrezcan alguna solución para no seguir sufriendo estos perjuicios de energía"
«No nos funciona bien la maquinaria porque no llega suficiente tensión. Además, las hogazas de pan tardan más tiempo en cocerse y pagamos más», reprocha. Asimismo, manifiesta que se ven obligados algunas mañanas a entrar antes a trabajar por estos motivos. Con todo, esperan que desde la compañía eléctrica les ofrezcan alguna solución para que no sigan sufriendo estos perjuicios de energía.
Los pisos del edificio en cuestión, próximo a este local, «siguen okupados», aseguran. Y aunque tienen la luz y el agua cortada, siguen viviendo en los inmuebles. «Bajan a coger agua de la fuente con botellas grandes y las suben con carrito». Los okupas están viviendo en estos pisos desde el pasado mes de enero, que son seminuevos, y en muy buena zona del pueblo.