Recordando sus tiempos cuando era periodista de Mediterráneo, hace ya unas cuatro décadas, el president de la Generalitat, Ximo Puig, insistió en la importancia de la nueva carretera N-232, a su paso por Morella. «En esos tiempos ya lo exigíamos y era y es una gran prioridad y una reivindicación histórica que ahora posibilitará aumentar la competitividad de la provincia», dijo.

Como respuesta a una pregunta de este periódico, tras asistir en Castelló a la toma de posesión de Eva Alcón como rectora de la UJI, Puig esgrimió que la culminación del vial, que salvará las sinuosas curvas entre el barranco de la Bota y la masía de la Torreta, beneficiará al norte de Castellón, al litoral y al interior, y «servirá para cohesionar más la Comunitat Valenciana».

Asimismo, el jefe del Consell realzó que «el puerto de Querol para mucha gente ha sido una barrera casi insalvable y, afortunadamente, se salvará». Entre los municipios que puso como ejemplos por el provecho que pueden sacar citó a Peñíscola, Benicarló, Vinaròs o Alcalà. Esa zona costera es destino escogido por muchos aragoneses que pasan allí sus vacaciones y llegan, precisamente, por la N-232, que conecta Vinaròs con Santander.

La inauguración del nuevo vial, en la que se prevé la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apunta a la segunda mitad de julio.