Mientras el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de la Vall d’Uixóultima la adaptación del pliego de condiciones para contratar las obras de construcción del puente industrial, a cuya licitación, en primera convocatoria, no se presentó ninguna empresa por un desfase presupuestario como consecuencia de la subida de los precios de las materias primas, el equipo de gobierno ha querido agilizar otros trámites vinculados con ese proyecto. El objetivo es que se puedan acortar plazos a partir del momento en que pueda contratarse. En concreto, ya está lista la licitación de otras obras, las de la canalización para soterrar la línea eléctrica afectada por esta actuación.
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En los terrenos afectados por la construcción del puente, que conectará las áreas industriales, existe una línea eléctrica de media tensión y un apoyo «que interfiere en la construcción». Este problema, reflejado en la memoria que presentó el consistorio, se conocía desde el principio. Ante esto, se inició un proceso de negociación con la empresa responsable, Iberdrola, y se valoró que la solución más factible era el soterramiento de esta instalación.
Acuerdo de colaboración
Y hubo un acuerdo. El Ayuntamiento lo anunció en agosto del 2021. La compañía eléctrica asumía el coste del soterrado si el municipio se hacía cargo de la obra civil necesaria. La Vall cumplirá ya con su parte del compromiso. En la plataforma de contratación están publicadas las bases de la licitación, que tiene un presupuesto de 59.593 euros. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 15 de julio. El proyecto no solo incluye la creación de esa canalización, también contempla el entubado de una cuneta que se suele obstruir cuando llueve y sobre la que está previsto levantar una acera.
Presentación de ofertas
Hace un mes acababa el plazo para la presentación de ofertas para construir el anhelado puente que unirá los polígonos industriales de la Mezquita y Belcaire, pero ninguna empresa respondió a la convocatoria. La razón: el presupuesto de licitación, alrededor de 1,4 millones de euros, no contemplaba el aumento de los costes de las materias primas, por lo que asumir esa infraestructura con la inversión prevista no interesó a nadie.
La alcaldesa, Tania Baños, explicó en ese momento que se había hecho un estudio inicial de esos costes adicionales, que podrían rondar los 500.000 euros. La Generalitat no tenía inconveniente en ampliar su aportación, pero ese significaba que debía reiniciarse todo el procedimiento, con el consiguiente retraso. Así que en la Vall han cambiado los planes: el Consell seguirá destinando el dinero que había reservado, y el Ayuntamiento fiará el resto de la inversión a la subvención del Ivace del año 2023. A partir de ahí, solo hacía falta adaptar la licitación, un cambio que está en proceso.