Los vecinos de Nules están ya familiarizados con la presencia de diferentes colonias de gatos repartidas por el término municipal, controladas por una asociación local integrada por voluntarias, con la colaboración del Ayuntamiento. Felinos hay de diferentes edades y pelajes, en su práctica totalidad de raza común europea, la más normal. No lo ha sido tanto la reciente aparición de una especie que nada tiene que ver con la función de esas parcelas acotadas: durante al menos una semana, los gatos de la colonia ubicada en la calle San Vicente convivieron con un habitante inesperado: un cerdo.

Su presencia no pasó desapercibida para los residentes de la zona aunque, curiosamente, quienes gestionan la colonia no tenían conocimiento del porcino entre los felinos, a pesar de que estuvo dentro de la parcela varios días. Qué hacía allí ese animal era una incógnita, porque no es una especie que se encuentre de manera habitual por las calles del municipio, pero el misterio no tardó en resolverse.

Según han contado a Mediterráneo personas que viven en el entorno de la colonia, el cerdo era un regalo. Al parecer, un joven de la zona se casa en breve y había celebrado su despedida de soltero. Sus amigos escogieron un puerco para darle una sorpresa. Seguramente el agasajado necesitó un poco de tiempo para decidir qué hacer con el animal y pensó que la mejor opción provisional a su alcance era dejarlo dentro de la colonia, donde estaría controlado. «Todos los días le bajaban comida, cortezas de melón y sandía y cosas así», explican algunos testigos.

Dicen los vecinos que sigue allí, aunque no se deja ver con facilidad. Falta por saber si un animal que no sea un gato puede permanecer en una colonia regulada y si hay alguna responsabilidad por dejar allí a este animal.

Según ha informado el alcalde, David García, la parcela que ocupa la colonia es privada, como sucede con otras instalaciones de este tipo del municipio, por lo que el consistorio no tiene ningún tipo de responsabilidad ni competencia sobre lo que suceda en el interior, sin embargo, confirma que la Policía Local recibió esta semana notificación por parte de un vecino y una patrulla se personó en el lugar. Entraron en el terreno cercado y lo buscaron «pero no dieron con él, porque la vegetación está muy alta». El siguiente paso que van a dar es comunicar la situación a la empresa de control animal contratada en el municipio, El Corralet de Vinaròs, para que instalen una jaula y poder así atraparlo, porque no deja de ser un animal abandonado y su lugar no es una colonia de gatos.