Adiós a las fiestas de Orpesa. Tras seis días cargados de actos para todos los públicos, la localidad despidió ayer sus celebraciones patronales con la misa en honor a San Jaime como uno de los actos más destacados de la última jornada.

La iglesia homónima acogió por la mañana la tradicional ceremonia, que fue oficiada por el párroco local, José Miguel Sala. La reina, Sheila Museros, junto a sus damas y festeros, partieron desde el ayuntamiento en comitiva, con la alcaldesa, Araceli de Moya, y la concejala de Fiestas, Jennifer Casañ, a la cabeza, acompañadas de una amplia representación de la corporación.

Foto de familia de autoridades y miembros de la banda de música.

A mediodía, los aficionados a los bous disfrutaron del último de los encierros y, por la tarde, el público hizo lo propio con la exhibición de toros y vaquillas. Tras el recorrido medieval nocturno a cargo de l’associació 9 d’Octubre, el broche final a los festejos lo puso un castillo de fuegos artificiales.