La consellera de Política Territorial, Rebeca Torró, y la alcaldesa de la Vall d’Uixó, Tania Baños, escenificaron este martes el acuerdo entre las administraciones autonómica y local para hacer posible la financiación y, por lo tanto, la construcción del puente industrial que unirá los polígonos Belcaire y Mezquita, condición indispensable para poder ampliar el terreno para creación de empresas.
Tras la firma del convenio a través del cual la Generalitat invertirá 1,4 millones de euros para ejecutar la primera fase de las obras, Torró remarcó que «es una infraestructura que va más allá de mejorar la movilidad entre polígonos, porque va a suponer un importante empuje para el desarrollo económico de la zona».
"El puente va más allá de mejorar la movilidad entre polígonos, porque va a suponer un importante empuje para el desarrollo económico de la zona"
Baños expuso que la ciudad está viviendo «un hecho histórico», porque esta inversión «supone ampliar el polígono para tener suelo disponible en la ciudad».
Con la reserva presupuestaria garantizada de manera oficial, todos los trámites administrativos están completados para facilitar el inicio de las obras. Solo resta proceder a la adjudicación de las obras, un proceso que se ha retrasado un mes como consecuencia de la ausencia de candidaturas para quedarse con el contrato.
Obstáculos superados
Tania Baños incidió en que el impulso de esta infraestructura «no está siendo fácil, primero con la pandemia y ahora con un aumento de los precios como consecuencia de la guerra de Ucrania», pero el Ayuntamiento, según defendió, ha hecho un esfuerzo de adaptación que ha supuesto rehacer los pliegos de la licitación para contemplar un incremento del presupuesto del 25%.
Esa diferencia de inversión que se requerirá, como ya explicó en su día, lo fían a la subvención del Ivace del 2023 para la modernización de áreas industriales y la aportación municipal que sea necesaria.
En referencia a la firma del convenio, Torró expuso que la colaboración entre administraciones es importante porque hace «avanzar y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía» y el desarrollo industrial «es vital» para el gobierno de la Generalitat.
